Esta pandemia nos ha sumergido en un mundo más tecnológico (que hemos tenido que adoptar por necesidad u obligación). Todos, nuestros hijos, hermanos, primos, sobrinos o nosotros mismos recibimos (o impartimos) clases por videoconferencia o videollamada en distintas plataformas.
Desde que comenzó la pandemia de la covid-19, ha habido más de 40 millones de casos y más de un millón de muertes en todo el mundo. El virus ha tenido un impacto enorme en la política global, el empleo, la economía, el comercio y los sistemas financieros, y ha afectado significativamente a los esfuerzos globales para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS de la ONU).
Las redes sociales y la web son una fuente infinita de información, sin embargo, debemos tener claro que no toda la información que circula en la internet es genuina. La información falsa que circula en los medios sociales entran en la categoría de desinformación o fake news. Por lo que les comparto algunos principios que permitirán identificar que tipo de información ha llegado a tus dispositivos. Sin olvidar que es necesario analizar las publicaciones de manera racional y objetiva.
Con la presidencia de EE. UU. y la dirección ideológica de la potencia americana en juego, el mundo entero, pero principalmente países como Guatemala, esperan con ansiedad el resultado de las elecciones del tres de noviembre. Con la publicación del caso sobre actos de corrupción de la familia del candidato demócrata Joe Biden, la política exterior de EE. UU. basada en el fortalecimiento institucional y la lucha contra la corrupción, se ve gravemente amenazada y de ganar Biden, quizás permanentemente destruida e inutilizada.
La presidenta de la Corte de Constitucionalidad, Gloria Porras, debe cumplir con la Constitución y las leyes; y proceder -de inmediato- a resolver la situación no sólo ilegal, sino desconsiderada, en la que tiene al magistrado Neftalí Aldana, que se halla imposibilitado para ejercer sus funciones, y cuya familia ha solicitado que lo suspenda.