La cámara de representantes ratificó ayer el Acuerdo de Escazú. La ley internacional es un acuerdo ambiental regional que busca garantizar más acceso a la información de los proyectos ambientales y fomentar la participación de las comunidades en los proyectos relacionadas al área minera y extractiva.
Adicionalmente, el conocido como el ‘tratado ambiental de Latinoamérica’ añade un capítulo para la protección de líderes ambientales. El acuerdo llevaba tres años en proceso de debate para su ratificación, sin ningún éxito.
Escazú ha sido fuertemente criticada por diversos sectores políticos debido a que, según estas posturas, el acuerdo compromete la soberanía del país y no aporta nada que no esté contemplado ya en la ley colombiana, relativo al acceso la información y protección de derechos comunitarios.
Después de un debate intenso, en la que la oposición abandonó el Congreso, acusando a los visitantes invitados de hacer brujería, el acuerdo fue ratificado con 121 votos a favor y uno en contra.
“Tres años llevaba la ciudadanía buscando que el Congreso de la República ratifique el acuerdo de Escazú. En 63 días el nuevo Congreso votado por la ciudadanía que quiere el cambio aprobó lo que no se pudo en tres años y la ruta de implementación comienza con una ruta para los defensores de Derechos Humanos”, dijo la ministra de ambiente, Susana Muhamad.
El debate fue dilatado por los últimos tres años a pesar de que el anterior gobierno de Iván Duque había solicitado su aprobación. El acuerdo fue ratificado por el apoyo de la coalición de gobierno, conformada por el Partido Conservador, La U, Liberal y el Pacto Histórico, que comienza a dar los resultados tras el compromiso por declararse partido de gobierno..
