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¿Por qué aumentan los naufragios de migrantes en el canal de la Mancha?
12 personas perdieron la vida en circunstancias similares el año pasado, mientras que un naufragio anterior en 2021 dejó 27 muertos.
La muerte el martes 3 de septiembre de 12 migrantes mientras intentaban llegar a la costa británica en un bote inflable convierte a 2024 en el año más mortífero en el canal de la Mancha desde que los cruces ilegales cobraron impulso en 2018, tras el cierre del puerto y del túnel. Desde principios de año se han registrado 37 muertes en embarcaciones improvisadas.
Ese año se reportaron 30 muertes de migrantes en el Canal. ¿A qué se debe esta repetición de tragedias, a pesar de que desde hace varios años se han desplegado importantes recursos policiales para frenar el fenómeno?
“Como hoy hay más vigilancia en las playas, las salidas son menos frecuentes, pero las barcas están sobrecargadas para maximizar las posibilidades de llegada. Vemos barcas que salen con hasta 100 personas a bordo, lo que es extremadamente peligroso”, subraya a France 24 la editora jefe de Infomigrants, Amara Makhoul.
Mientras que hace unos años los contrabandistas embarcaban entre 30 y 40 pasajeros, ahora embarcan entre 60 y 70, o incluso entre 80 y 100 en casos excepcionales. Las barcas siguen siendo muy precarias e inadecuadas para soportar a tantas personas, especialmente en el canal de la Mancha, donde pueden encontrarse con olas de dos metros, fuertes corrientes y el riesgo de colisionar con buques de carga.
Para escapar de la creciente vigilancia de las autoridades francesas en las playas, las salidas también son mucho más rápidas. Con las prisas pueden producirse estampidas y ahogamientos, incluso antes de zarpar.
Sin este suelo rígido, el barco se hunde rápidamente y se llena de agua. La embarcación neumática que se hundió el martes tenía menos de siete metros de eslora y se partió en mar abierto debido a la sobrecarga a bordo, según pudieron observar los pescadores presentes en el lugar de la tragedia. Estos últimos fueron los primeros en rescatar a los pasajeros, a pocos kilómetros de Cap Gris-Nez. Muchos dicen que lo que vieron les marcó de por vida.
“En cuatro o cinco minutos, el barco quedó completamente destruido y se hundió. Todo el mundo luchaba por sobrevivir y perdimos a mucha gente”, dijo uno de los supervivientes, Biniam Semay, eritreo de 34 años.
Había zarpado en la embarcación en la que viajaban unas 60 personas con su hermana menor, una chica de 18 años “hermosa por fuera y por dentro” que tenía “el futuro por delante”, lamenta.
“Le tomaba la mano cuando ocurrió, intenté encontrar algo a lo que agarrarme, pero las olas me alejaron de ella”, relató a AFP, con un nudo en la garganta. “Entonces llegó el bote salvavidas, y cuando me rescataron, vi a mi hermana en el agua y ya estaba muerta”.
En el caso de esta travesía mortal, los contrabandistas también habían prescindido de los chalecos salvavidas. “Menos de ocho personas llevaban chalecos salvavidas proporcionados por los contrabandistas”, lamentó Gerald Darmanin, ministro del Interior saliente del gobierno francés.
La tragedia del martes tuvo lugar frente a la costa de Audinghen, al sur de Grande Synthe y Calais, desde donde históricamente han partido las travesías hacia el Reino Unido, que está a casi 30 kilómetros de distancia.
“Llevamos tiempo observando que los contrabandistas han cambiado su modus operandi para adaptarse a la sobremilitarización de la zona, con sus playas fuertemente vigiladas”, señala Amara Makhoul.
Al embarcarse más lejos, en Boulogne-sur-mer y a veces en la bahía de Somme, se multiplican los riesgos de que los migrantes se encuentren en dificultades en alta mar, con trayectos mucho más largos, de hasta 130 km, para alcanzar las costas británicas.
Primero se dirigen al norte, hacia las playas cercanas a Calais, donde se esconden los pasajeros que han pagado la travesía. Estas personas se lanzan al agua para embarcar”, indica la redacción de Infomigrantes.
Los migrantes esperan a los barcos en el agua, cubiertos a veces hasta el torso. Corren el riesgo de “ahogarse, sufrir hipotermia o quedar atrapados en las marismas”, advirtió el año pasado la prefectura de Pas-de-Calais.
Desde que se firmó un acuerdo de cooperación en marzo de 2023 entre Francia y Reino Unido, se han intensificado las patrullas en las playas de salida con cientos de policías adicionales, más drones y el uso de equipos de vigilancia de alta tecnología.
Sin embargo, mientras la policía amplía sus operaciones, los contrabandistas siguen encontrando nuevas formas de hacer cruzar el canal de la Mancha a los migrantes. Varias asociaciones locales de ayuda denuncian una política represiva “ineficaz”.
Lejos de disminuir, el número de cruces ha aumentado. El Ministerio del Interior británico ha registrado 21,400 desde principios de año. Esta cifra es ligeramente superior a la del mismo periodo del año pasado. El número de muertos se ha triplicado.
Actor clave en la ayuda a los migrantes en Calais, la asociación Utopía 56 denunció a la AFP una política de represión policial en la costa francesa “que provoca repetidos incidentes y tragedias”.
Las ONG piden rutas migratorias seguras. Tras la tragedia del martes, el director del Consejo Británico para los Refugiados, Enver Solomon, pidió “mejorar el acceso legal para quienes buscan seguridad”, en particular a quienes llegan de Afganistán, Siria y Sudán.
Según el fiscal de Boulogne-sur-Mer, Guirec le Bras, los náufragos del martes eran “principalmente eritreos”. En los últimos años, estas tragedias también han enlutado a familias iraníes, iraquíes y afganas.
Para varios concejales del litoral francés, cuyos municipios se ven afectados por travesías y naufragios, la solución está al alcance de la mano. En una entrevista concedida a Infomigrantes, Martial Beyaert, alcalde de Grande-Synthe, propuso “trasladar los servicios administrativos del Reino Unido” al norte de Francia “para que puedan tramitar las solicitudes de asilo en suelo francés”.
Es una idea que las ONG francesas de ayuda a los emigrantes y sus homólogas del otro lado del canal de la Mancha llevan años sugiriendo, pero que hasta ahora ha caído en saco roto.
Via: france 24