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Cuatro menores desaparecidos y 16 militares ecuatorianos bajo la lupa
El 24 de diciembre, luego de que la justicia determinara que hubo una “desaparición forzada”, fueron hallados cuatro cuerpos en una zona de manglares, cerca de la base militar de Taura, según medios locales.

Hasta ahora solo hay pistas macabras: los cadáveres calcinados, un video difundido por el Congreso en el que se observa la supuesta captura de uno de los niños y 16 militares vinculados al caso bajo custodia. La justicia consideró que los menores de entre 11 y 15 años fueron víctimas de desaparición forzada a manos de militares durante un operativo.
Las versiones encontradas entre el gobierno, autoridades, organizaciones de derechos humanos y familiares levantan un manto de duda en un país golpeado por la violencia y bajo la presión militar contra las bandas del narco. Esto es lo que se sabe del caso.
Desaparición forzada
Saúl Arboleda, Steven Medina y los hermanos Josué e Ismael Arroyo salieron a jugar un partido de fútbol en el sur de Guayaquil el 8 de diciembre y nunca regresaron. Esa noche un desconocido se contactó con la familia Arroyo y puso a Ismael al teléfono.
Su padre relató esa llamada a medios. Los “se bajaron como locos, nos persiguieron, hicieron disparos al aire, nos maltrataron y nos dejaron botados”, dijo el joven militar, según la versión de Luis Arroyo.
Más tarde, los familiares recibieron dos ubicaciones a través de WhatsApp, una de ellas en la localidad de Taura, donde hay una base militar. La otra cerca de una camaronera. En otra llamada posterior, un anónimo aseguró a la familia que “la mafia se los llevó”.
La Oficina de ONU Derechos Humanos y Unicef pidieron a Ecuador que “agote todos los mecanismos a su alcance para investigar los hechos de manera exhaustiva, ágil e imparcial”. Organismos como Human Rights Watch (HRW) han denunciado serias violaciones de derechos humanos en el marco de la política de mano dura que instaló el presidente Daniel Noboa contra el narco.
Cuerpos “destruidos”
En un video aún sin verificar y difundido por la Asamblea Nacional se observa cómo un grupo de militares sube a uno de los niños a una camioneta y lo golpean, mientras otro permanece boca abajo en el vehículo. El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, asegura que el hecho ocurrió mientras los uniformados atendían un pedido de auxilio por un robo. La Fiscalía señaló el martes que no hay pruebas que sustenten esa versión.
Los cuerpos “están destruidos e incinerados” lo que dificulta la identificación, dijo a la prensa Billy Navarrete, director ejecutivo del Comité por la Defensa de los Derechos Humanos de Guayaquil, que acompaña a los padres. Los familiares de los desaparecidos fueron llamados el día de Navidad para presentarse en la morgue de Guayaquil.
“Ahora está en curso la (identificación) antropológica”, basada en señas particulares de cada niño, explicó Navarrete. Si eso no arroja resultados, se harán pruebas de ADN que tardarán entre 30 y 40 días. Noboa pidió intensificar la búsqueda y expresó su intención de que los menores sean declarados “héroes nacionales”.
¿Quiénes están implicados?
La Fiscalía solicitó que se asigne fecha y hora para formular cargos contra los 16 militares que participarán en el operativo.
El Ministerio de Defensa puso bajo arresto en una instalación militar a los 16 investigados por la justicia. Personal de inteligencia vigila a los uniformados para evitar que se fuguen.
Loffredo dijo este jueves que “nada de lo que hayan hecho los niños justifica que el día de hoy estén desaparecidos”. “Se está tratando de posicionar en la mente de los ecuatorianos que los militares son unos locos que salen en gavilla de a 16 a recorrer las canchas de fútbol para secuestrar y desaparecer menores”, expresó el ministro.
El caso recuerda a los hermanos Santiago y Andrés Restrepo, detenidos y desaparecidos por un escuadrón de la policía en 1988, durante el gobierno del derechista León Febres Cordero. En 2011 la investigación fue reabierta, pero sus cuerpos no han sido encontrados.
Via: afp