Salud
Desigualdad alimentaria en Guatemala: Una brecha que limita el acceso a una dieta saludable
En Guatemala, la desigualdad y los alimentos ultraprocesados dificultan el acceso a una dieta equilibrada. Descubre cómo afecta a la población.

En Guatemala, millones de personas enfrentan dificultades para acceder a una dieta equilibrada debido a la desigualdad socioeconómica y la proliferación de alimentos ultraprocesados de bajo costo. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) del Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje del gasto destinado a la alimentación se redujo del 42.1% en 2014 al 38.2% en 2023, reflejando un cambio en los patrones de consumo de la población.
La realidad del acceso a alimentos nutritivos
Walter Guillermo, de 35 años, trabaja como jefe de seguridad privada en Mixco. Aunque le gusta consumir frutas y verduras, sus jornadas laborales y el costo de los productos frescos lo obligan a optar por sopas instantáneas, frituras y bebidas gaseosas.
“Por Q5 me lleno bastante”, comenta. Su caso refleja una situación común en miles de hogares guatemaltecos, donde la falta de acceso a una alimentación balanceada afecta la salud de la población.
El impacto de la mala alimentación en la salud
La nutricionista Ivonne García, directora de la Coalición Guatemala Saludable, advierte sobre los efectos del consumo de ultraprocesados y bebidas energizantes. “Estos productos son accesibles y baratos, pero su pobre valor nutricional contribuye a enfermedades como obesidad, diabetes y afecciones cardíacas”, señala. Además, según el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de EE.UU., el abuso de bebidas energizantes puede provocar deshidratación, insomnio y problemas cardiovasculares.


Diferencias según nivel socioeconómico
Un estudio sobre Consumo de Alimentos y Patrones Dietéticos en Guatemala (2008) ya había evidenciado disparidades en la calidad de la dieta según la situación económica. Por ejemplo, en familias en pobreza extrema, el 64% de los carbohidratos consumidos provienen del maíz, mientras que en familias con mejores ingresos este porcentaje se reduce al 30%. Además, el bajo consumo de carnes rojas y productos de origen animal ha contribuido a elevadas tasas de anemia nutricional en el país.
La obesidad, un problema de desigualdad
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) reveló en 2023 que el costo de una dieta nutritiva en Guatemala es inaccesible para muchos. En otros países, como España, estudios han demostrado que la obesidad es un fenómeno asociado a la clase social, ya que los niños de familias con menos recursos están expuestos al doble de publicidad de alimentos ultraprocesados que aquellos de familias acomodadas.
En este contexto, la Coalición Guatemala Saludable promueve la aprobación de la Ley 5504 de Promoción de la Alimentación Saludable, que busca regular el etiquetado frontal de los alimentos y garantizar que la población tenga información clara sobre su contenido nutricional.
Un problema de salud y economía
La “doble carga” de malnutrición en Guatemala -desnutrición y obesidad- representa un costo superior a los US$12 mil millones, según el PMA. Ante esta crisis, la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN) enfatiza que la alimentación es un derecho fundamental y debe ser accesible para todos.
Para Walter Guillermo, como para miles de guatemaltecos, la alimentación sigue siendo una cuestión de economía y disponibilidad.
“Me pongo contento con lo que como”, dice, mientras espera el momento de volver a su hogar en Pueblo Nuevo Viñas, donde su esposa y tres hijos lo esperan con un caldo de menudos de pollo y una gaseosa.