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EE. UU. y China negocian contrarreloj en Estocolmo para evitar una guerra arancelaria global
Las dos potencias reanudan el diálogo en Estocolmo para extender la tregua que vence el 12 de agosto y evitar una nueva escalada económica.

Representantes de alto nivel de China y Estados Unidos se reunieron nuevamente este lunes en Estocolmo para participar en una tercera ronda de negociaciones orientada a relajar las tensiones arancelarias entre ambas potencias. La cita fue organizada en el edificio Rosenbad, sede del gobierno sueco, bajo estricta confidencialidad.
La delegación estadounidense fue encabezada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, junto al representante de Comercio Jamieson Greer. Por parte de China asistió el viceprimer ministro He Lifeng. El objetivo: prorrogar la actual tregua arancelaria de 90 días, que expirará el 12 de agosto si no hay acuerdo.
Durante la tregua vigente, Estados Unidos redujo temporalmente sus aranceles a productos chinos al 30 %, mientras China bajó los suyos a un 10 %. Estas cifras son una rebaja significativa de los picos alcanzados durante la escalada de abril, cuando Washington impuso tarifas del 145 % y Pekín respondió con un 125 %.
En paralelo, Trump declaró desde Escocia que su administración “está muy cerca” de lograr un acuerdo comercial con China, aunque no ofreció detalles concretos. En su reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que impondrá aranceles del 15 % a la mayoría de productos de la UE, lo que añade presión al contexto global.
La relación comercial entre EE. UU. y China ha sido una de las más tensas de la última década. Las restricciones impuestas desde 2018 generaron incertidumbre en los mercados, afectaron cadenas de suministro y desencadenaron represalias diplomáticas. Ahora, ambas partes parecen dispuestas a preservar un mínimo de estabilidad.
De momento, el mundo observa con atención. La continuidad o ruptura de esta tregua tendrá repercusiones para el comercio internacional, los precios de los productos y las relaciones estratégicas entre las dos economías más grandes del planeta.
Vía: DW