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Chile elige como presidente a José Antonio Kast, líder de la extrema derecha
Chile dio un giro político tras elegir como presidente a José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, asumirá el poder en marzo de 2026.
Chile eligió este domingo como presidente al ultraconservador José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, quien se convertirá en el mandatario más alineado a la derecha desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990.
Con el 86 % de las mesas escrutadas, Kast, de 59 años, obtuvo alrededor del 58 % de los votos, frente al 42 % alcanzado por Jeannette Jara, exministra de Trabajo y figura del Partido Comunista, respaldada por una amplia coalición de izquierda, según resultados oficiales del Servicio Electoral.
Kast promete orden, seguridad y respeto a la ley
Tras confirmarse su victoria, Kast se dirigió a miles de simpatizantes reunidos frente a la sede del Partido Republicano, en el sector oriente de Santiago.
“Vamos a instaurar el respeto a la ley en todas las regiones del país, sin excepciones ni privilegios”, afirmó el presidente electo durante un discurso transmitido en vivo, que fue seguido por celebraciones en distintas ciudades del país.
En la capital, miles de personas salieron a las calles con banderas chilenas, mientras se registraron bocinazos y concentraciones durante varias horas.
Jara reconoce derrota y anuncia oposición “exigente”
La candidata de izquierda Jeannette Jara reconoció rápidamente su derrota y aseguró que ejercerá una oposición firme y responsable.
Desde su entorno, algunas voces atribuyeron el resultado a una campaña basada en el miedo y la desinformación.
“Muchas personas votaron sin conocer realmente las propuestas, creyendo cosas que no eran ciertas”, expresó Gabriela Acevedo, estudiante universitaria y votante de Jara.
Celebraciones y polémica por referencias a Pinochet
En el cuartel general de Kast, ubicado en Las Condes, uno de los sectores más acomodados de Santiago, miles de simpatizantes celebraron el resultado electoral. No obstante, la jornada también estuvo marcada por polémica, luego de que un grupo reducido coreara consignas a favor de Augusto Pinochet y exhibiera retratos del exdictador.
Chile vivió bajo una dictadura militar entre 1973 y 1990, período en el que más de 3,200 personas murieron o desaparecieron, según informes oficiales.
Reacciones internacionales
El triunfo de Kast generó reacciones inmediatas a nivel internacional. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, lo felicitó y señaló que ambos países comparten prioridades como el fortalecimiento de la seguridad pública, el combate a la inmigración ilegal y la revitalización de las relaciones comerciales.
Por su parte, el presidente argentino Javier Milei celebró la victoria a través de la red social X, donde expresó su “inmensa alegría” por la “victoria aplastante” de su “amigo” Kast, y aseguró que trabajarán juntos para que la región adopte “las ideas de la libertad”.
Seguridad e inmigración, ejes del nuevo gobierno
Durante la campaña, Kast centró su discurso en la lucha contra la delincuencia y en la promesa de expulsar a cerca de 340 mil migrantes en situación irregular, la mayoría de origen venezolano.
En contraste, Jeannette Jara proponía el aumento del salario mínimo y el fortalecimiento de los derechos laborales y sociales.
La delincuencia y la inmigración irregular se posicionaron como las principales preocupaciones del electorado chileno, por encima incluso de la desaceleración económica. Analistas señalan que, aunque algunas percepciones no coinciden plenamente con los datos, existe un aumento de delitos como secuestros y extorsiones.
Un giro conservador en Chile
Expertas consideran que el resultado refleja un giro conservador tras años de frustración con el gobierno de izquierda y el impacto del estallido social de 2019 y la pandemia.
“La crisis social y sanitaria fue muy traumática y generó un movimiento hacia posiciones más conservadoras”, explicó la politóloga Claudia Heiss.
José Antonio Kast asumirá oficialmente la presidencia en marzo de 2026, en un escenario marcado por altas expectativas y una profunda polarización política.






