¡Ten cuidado con las últimas actualizaciones de Windows!

La más reciente actualización de Windows de Microsoft ha generado un problema inesperado para algunos usuarios: la temida pantalla azul de la muerte. Esta actualización, que lleva el nombre de KB5029351, trae consigo la versión 22621.2215 del sistema operativo Windows 11. Mientras que incluye mejoras menores y correcciones de problemas, ha sido empañada por un efecto secundario preocupante que impide a algunos usuarios iniciar sus sistemas.

El error que se muestra en estas pantallas azules, identificado por el código de detención “UNSUPPORTED_PROCESSOR”, aparece justo al intentar arrancar el sistema después de la actualización. Esto ha dejado a varios usuarios con sistemas inoperables y preocupados por el futuro de sus dispositivos.

Microsoft ha admitido el problema y está en proceso de buscar una solución. Por el momento, la compañía ha aconsejado a los usuarios afectados que utilicen el Centro de comentarios, al que se puede acceder presionando la tecla Windows + F. Una vez allí, los usuarios deben seleccionar la opción “Resumir sus comentarios > Explicar con más detalle”. Aunque esta retroalimentación puede ayudar a Microsoft a comprender la naturaleza y la extensión del problema, actualmente no existe una solución definitiva.

Es importante destacar que esta actualización problemática es opcional y solo está disponible para usuarios que ejecutan Windows 11 compilaciones 22H2 y 21H2, así como Windows 10 22H2. Afortunadamente, no se instala automáticamente, lo que proporciona a los usuarios un cierto grado de control sobre su implementación. Sin embargo, algunos usuarios podrían haberla descargado sin plena conciencia de los riesgos involucrados.

Parche de actualización

Si necesita descargar el parche de esta actualización, puede encontrarlo en la sección de configuración de Windows Update y seleccionar la opción correspondiente.

Aunque aún no se ha identificado la causa raíz de estas pantallas azules, se ha notado un patrón entre los usuarios afectados. A menudo, aquellos que informan del problema poseen procesadores Intel de la generación Raptor Lake combinados con placas base MSI. Esto sugiere que podría haber algún conflicto entre la actualización y esta combinación específica de hardware. Con la llegada de la próxima actualización de Raptor Lake y las actualizaciones de BIOS, los fabricantes de placas base podrían desempeñar un papel crucial en la resolución del problema.

Este incidente no es el primero en el que una actualización de Windows causa estragos en los sistemas de los usuarios. En el pasado, una actualización resultó en una notable disminución de las velocidades de los SSD para muchos usuarios. La lección que se puede extraer de esto es la importancia de la prudencia al descargar actualizaciones no críticas. Esperar unos días y observar cómo afectan a otros usuarios puede ahorrar dolores de cabeza y tiempo invertido en solucionar problemas.

Microsoft está en el proceso de resolver este problema y proporcionará actualizaciones a medida que avance en su resolución. Mientras tanto, los usuarios deben ejercer la debida precaución al considerar la instalación de actualizaciones, especialmente las opcionales.

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Con información de Microsoft.com