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El ministro Gantz pide elecciones anticipadas en Israel
Menos apoyo para un Benjamin Netanyahu que ahora ve como su ministro del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, urge celebrar elecciones legislativas anticipadas en septiembre, con el fin de cambiar al Gobierno. Gantz, en una rueda de prensa televisada el miércoles 3 de abril, ha sido claro:
Sus motivos son la falta de confianza internacional y el apoyo popular hacia el actual Gobierno de Benjamin Netanyahu: los últimos tres días han estado marcados por protestas antigubernamentales en Jerusalén y Tel Aviv. Sus manifestaciones –activistas, ciudadanía y familiares de rehenes– fueron contundentes al pedir explicaciones por la gestión del primer ministro.
Gantz, del Partido de Unidad Nacional (centroderecha), indicó que ya había informado de sus planes a Netanyahu, quien salió el martes del hospital, tras haber sido sometido el domingo a una operación de hernia. La convocatoria de elecciones anticipadas debe ser aprobada por mayoría simple (61 votos) de los 120 diputados de la Knéset (Parlamento). El Likud, partido del ultranacionalista Netanyahu, es la principal fuerza parlamentaria, pero no suma una mayoría absoluta.
Netanyahu lleva tiempo viendo cómo su gabinete va desmembrándose. Su actitud ante la petición de Gantz, quién se unió al Gobierno cuando comenzó la guerra de Gaza, no ha trascendido. Pero su partido, el Likud, ha rechazado su planteamiento: “Elecciones ahora conducirían inevitablemente a la parálisis, la división, daños a los combates en Rafah y daños fatales a la posibilidad de un acuerdo de rehenes”, detalló un portavoz del partido en un comunicado, en el que acusó a Gantz de “política mezquina”.
La oposición, por su parte, no solamente ha apoyado la moción de Gantz, sino que ha ido más allá. Su líder, Yair Lapid, del partido centrista y laicista Yesh Atid, ha dicho que Israel no puede esperar otros seis meses hasta que “el peor, más peligroso y fallido gobierno de la historia del país regrese a casa”.
No es el primer ataque dirigido a la figura del primer ministro, pero sí el más vinculante. La petición de celebrar elecciones anticipadas podría ser un golpe para un Benjamin Netanyahu al que le caen críticas en la calle y en sus propios despachos. El mismo ministro de Defensa, Yoav Gallant, ya le cuestionó en febrero, en el marco de las negociaciones de alto el fuego con Hamás, por tomar decisiones por su cuenta sin consultar al gabinete de Defensa.
Gallant, consciente que en el seno del Likud gana popularidad, también ha cuestionado el liderazgo de su jefe. Lo hizo en un discurso el 7 de marzo en una visita rutinaria a una escuela de oficiales del Ejército: “La capacidad de liderar consta de compromiso con la misión, ejemplo personal e interiorizar que asumir la responsabilidad es la fuente de la autoridad”. Según reveló el medio local Jerusalem Post, “miembros senior del Likud invitaron a los funcionarios de su partido a participar en una encuesta interna exhaustiva que reveló que Gallant lidera (en popularidad) junto al ministro de Economía, Nir Barkat”.
A Benjamin Netanyahu tampoco le gustó, ni autorizó, el gesto de su ministro –sin cartera– del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, de ser recibido en Washington por la vicepresidenta, Kamala Harris. El viaje propició una grieta en el seno del gabinete que sigue abierta y que ha desencadenado un efecto dominó hasta la petición de elecciones anticipadas.
En un artículo de opinión en el Jerusalem Post, un día después de la visita, el medio se preguntaba si Gantz sustituirá a Netanyahu. El mismo periódico dejaba claro que “el viaje de Gantz a EE. UU. no solo resalta su independencia de Netanyahu, sino que lo posiciona como el principal favorito para convertirse en el nuevo primer ministro de Israel”. Según las últimas encuestas de opinión, si las elecciones se celebraran actualmente, Gantz derrotaría por amplio margen a Netanyahu, cuya popularidad decayó desde la incursión de Hamás, en la que murieron más de 1.100 personas en el sur de Israel.
vía: france 24