El candidato filoruso se impone en elecciones presidenciales de Eslovaquia

El socialdemócrata filoruso Peter Pellegrini, que contaba con el apoyo del gobierno saliente, se ha impuesto este sábado en las elecciones presidenciales en Eslovaquia con el 53,5% de los votos, cuando se ha escrutado ya el 99 % de los colegios electorales. Su adversario, el europeísta Ivan Korkoc, ha reconocido su derrota en la segunda vuelta después de imponerse en la primera hace dos semanas con su mensaje de ejercer un control del Ejecutivo desde el cargo de jefe del Estado.

Por su parte, Pellegrini ha defendido durante la campaña la necesidad de negociar con Rusia el fin de la guerra iniciada por su invasión de Ucrania, una postura que mantiene el Gobierno que, desde que llegó al poder en otoño, detuvo la importante ayuda militar que el país venía prestando a Kiev.

La participación ha sido del 60 %, 18 puntos más que en 2019, confirmando las previsiones de los analistas, de que una asistencia elevada a las urnas favorecería a Pellegrini, que ha sido capaz de movilizar a sus votantes y atraer a los del ultranacionalista Štefan Harabin, su socio de Gobierno, que quedó tercero.

El candidato socialdemócrata ha ganado en siete de las ocho regiones del país, mientras que su rival, apoyado por la oposición liberal y europeísta, sólo ha sido primero en Bratislava, la capital. Korcok centró su campaña en defender el apoyo militar a Ucrania y en postularse como un contrapeso al Ejecutivo dirigido por el populista de izquierdas Robert Fico, al que acusa de vulnerar el Estado de derecho con medidas como eliminar la Fiscalía anticorrupción o sus ataques a los medios de comunicación. El presidente electo, por su parte, presentó a su rival como un partidario de la guerra y lo acusó de querer mandar tropas eslovacas a luchar en Ucrania.

El partido de Pellegrini, Hlas, es una escisión del Smer de Fico, el veterano político del que fue un estrecho colaborador y con quien se formó políticamente. Pellegrini sucedió a Fico como primer ministro cuando éste dimitió ante las protestas populares y el malestar por el asesinato de Ján Kuciak, un periodista que investigaba los vínculos entre el crimen organizado y el poder político.

Vía: la vanguardia