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Beloúsov, gestionará la colosal cartera de Defensa rusa en plena ofensiva en Ucrania

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Andréi Beloúsov, el nuevo ministro de Defensa de Rusia, no es un soldado. Y la elección de este tecnócrata, partidario de una economía controlada por el Estado, ilustra cuán central se ha vuelto el conflicto en Ucrania para el Ejecutivo y la economía de Rusia.

El nombramiento del antiguo vice primer ministro fue una sorpresa durante la tarde del domingo 12 de mayo. Y, al designar a un economista como ministro de Defensa, se muestra que la economía rusa se ha reorientado hacia el esfuerzo bélico dos años después de la invasión a Ucrania.

Para el politólogo independiente Konstantin Kalachev, este ascenso en el Kremlin significa apostar por “una guerra larga y seria, cuyo principal objetivo es agotar, dejar sin sangre al enemigo, cansar e irritar a sus aliados occidentales”.

Dado su perfil, Andréi Beloúsov, de 65 años, será el administrador del colosal presupuesto de la cartera de Defensa, en particular de las inversiones en la industria militar y las recompensas sociales y económicas a los veteranos y soldados heridos por la guerra.

Todo a pesar de no tener tanta experiencia en materia militar. Beloúsov habló ante una comisión de la Duma el lunes 13 de mayo y no se refirió a la campaña militar actual, pero prometió abordar la “burocracia excesiva” en el Ministerio de Defensa y resolver la cuestión de los veteranos.

El sexagenario también sabe que su ministerio no es ajeno a los escándalos de corrupción, como lo demuestra la detención a finales de abril del viceministro Timour Ivanov. “El nombramiento de Beloúsov (…) significa el inicio de una importante auditoría y de una reestructuración de todos los modelos financieros”, considera el canal ruso de información ‘Rybar’, cercano al Gobierno.

Con él, el presidente ruso tiene a alguien que ha demostrado su valía en la reorganización del Estado en temas relacionados con las sanciones de Occidente. Beloúsov es uno de los economistas que ha conseguido que la economía rusa siga siendo muy resistente gracias al ámbito militar. “Es una persona de confianza para Putin, especialmente en lo que se refiere a cuestiones económicas”, señala Rybar.

Con este economista, Rusia parece apostar por un crecimiento económico impulsado por el sector de la Defensa. “Es muy importante integrar la economía de la seguridad o defensa con la economía general del país”, afirmó el domingo por la tarde Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, tras subrayar que el nuevo ministro estará “abierto a la innovación” para garantizar la victoria en el campo de batalla. Para Putin, el perfil de Beloúsov -objeto de sanciones estadounidenses, británicas y europeas- es el adecuado y el que representa la “resistencia” rusa al modelo de Occidente.

Beloúsov nació en 1959. Hijo de un renombrado economista soviético, se graduó en la Universidad Estatal de Moscú en 1981 e inició su carrera en el Instituto de Previsión Económica de la Academia de Ciencias de Rusia. Su ascenso en el mundo de la política hasta la caída de la URSS fue lineal, prueba de su lealtad inquebrantable con el sistema a pesar de tener un peso significativo en los círculos de los “liberales”, partidarios de una apertura cada vez mayor de la economía rusa al capital extranjero.

Entre 2000 y 2006, fue asesor independiente de los distintos primeros ministros durante los dos primeros mandatos presidenciales de Vladimir Putin, antes de convertirse en viceministro de Economía, cargo que ocupó hasta 2008. Ese año, Putin se convirtió en primer ministro, en un juego alternancia de poder con el entonces presidente Dmitri Medvedev.

Beloúsov asumió entonces la dirección del equipo de cuestiones económicas y financieras de su gobierno. Luego fue ascendido a ministro de Desarrollo Económico, cargo que ocupó de 2012 a 2013, antes de desempeñarse como asesor económico de Vladimir Putin hasta principios de 2020.

Durante la pandemia de Covid-19 y los dos primeros años del conflicto en Ucrania fue vice primer ministro, ocupándose, entre otras cosas, de estrategias de apoyo a las empresas rusas. Una de las últimas grandes apuestas del ahora ministro de Defensa ruso fue la de la “soberanía tecnológica” de Rusia, un área en la que el país está rezagado y afectado por las sanciones extranjeras.

Via: france 24