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Sin abejas no hay futuro: Guatemala celebra el Día Mundial de la Abeja con fuerza y conciencia apícola

La miel guatemalteca no solo endulza, también representa trabajo, territorio y sostenibilidad. Por eso, esta celebración apícola reunió a expertos y productores que creen en el poder de una abeja para cambiar el mundo.

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Este lunes por la mañana, la sede de AGEXPORT se llenó de vida y aroma a miel con la celebración del Día Mundial de la Abeja y el Día del Comercio Justo, en un evento que reunió a autoridades, apicultores, expertos y más de diez stands que demostraron el poder de la apicultura guatemalteca para sostener la agricultura, proteger el medio ambiente y generar economía rural.

La actividad tuvo como objetivo principal visibilizar el papel crucial de las abejas en la seguridad alimentaria y la sostenibilidad, así como fortalecer el comercio justo y las buenas prácticas apícolas en Guatemala. Las abejas no solo producen miel: polinizan el 75% de los cultivos a nivel mundial, y en nuestro país, ayudan a incrementar la productividad en cultivos clave como el melón (hasta 95%), el café, mango y aguacate (entre 40% y 70%), según datos del proyecto IICA-MOSCAMED.

Guatemala exporta más de US$4.2 millones en productos apícolas, y se proyecta que este sector continúe creciendo con el impulso de políticas públicas, innovación genética y la apertura de nuevos mercados internacionales.

¿Quiénes estuvieron presentes?

En la conferencia participaron voces clave del sector:

  • Xiomara Morales, presidenta del Comité Apícola de AGEXPORT
  • Amador Carballido, director general de AGEXPORT
  • César Martínez, secretario del Consejo Nacional Agropecuario del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA)
  • Álvaro Almengor, representante de la Agrocadena Apícola
  • Carlos Zoástegui, representante de la Red de Comercio Justo

Además, apicultores de todo el país mostraron sus productos en más de diez stands, incluyendo miel, polen, propóleo, jalea real y otros derivados de la colmena, apostando por calidad, trazabilidad y valor agregado.

Voces que inspiran: lo que dijeron los protagonistas

Durante su intervención, Xiomara Morales envió un mensaje muy humano y espiritual a las nuevas generaciones:

“El apicultor ama la vida. Las abejitas son organizadas, solidarias, hacen hasta funerales. Deberíamos aprender de ellas. Recomiendo 100% estudiar apicultura. Es una experiencia muy personal, natural y espiritual.”

Además, instó a los guatemaltecos a consumir miel local como una forma de apoyar el trabajo de los productores nacionales y proteger el ecosistema: “¿Qué prueben? Lo mejor de la vida que es la miel. Y qué mejor que la miel de nuestro país, ¿verdad? Así que, a consumir local.”

Por su parte, César Martínez, del MAGA, destacó el respaldo del Gobierno a la economía campesina a través de la apicultura:

“Todo este tipo de eventos es fundamental para generar conciencia de que debemos cuidar el entorno y apoyar los ecosistemas. El MAGA impulsa inversiones para transformar la economía campesina en economía empresarial a través de una apicultura organizada.”

Desde AGEXPORT, Amador Carballido reafirmó el compromiso de la entidad en fortalecer la cadena apícola mediante el comercio justo, la innovación genética y la articulación público-privada.

¿Qué se propuso?

Los participantes coincidieron en que el país necesita:

  • Sustituir las líneas africanas de abejas por genética más dócil y productiva
  • Fomentar el consumo responsable y el comercio justo
  • Aumentar la trazabilidad, calidad y valor agregado de los productos
  • Generar condiciones dignas y sostenibles para los pequeños apicultores Impulsar políticas públicas inclusivas y capacitaciones técnicas

Un mensaje colectivo: sin abejas no hay vida

La jornada dejó claro que proteger a las abejas es también proteger el futuro de nuestra alimentación. Las colmenas no solo producen miel, sino que sostienen los ecosistemas, y el trabajo del apicultor muchas veces invisible merece reconocimiento, apoyo y condiciones dignas.

Desde AGEXPORT, el MAGA, las redes de comercio justo y las agrocadenas, el mensaje fue uno solo: sin abejas no hay vida, y sin apicultores no hay futuro.

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