Guatemala se queda sin Mundial en una noche que rompió el corazón de su afición

La Selección de Guatemala vio extinguirse su sueño mundialista tras caer 3-2 ante Panamá la noche del jueves 13 de noviembre en el Estadio Manuel Felipe Carrera.

Lo que empezó como una jornada cargada de esperanza terminó en una dolorosa despedida, dejando a miles de aficionados sumidos en silencio y con la mirada perdida después de un partido que lo tuvo todo, excepto el resultado esperado.

Desde horas antes del encuentro, las calles aledañas a El Trébol se habían convertido en una fiesta azul y blanco. Familias completas llegaron con banderas, camisolas y la ilusión intacta. Era una noche que muchos creían histórica: Guatemala dependía de sí misma para mantener vivo el camino hacia su primer Mundial.

Pero la historia quiso otro final.

El golpe temprano de Panamá que cambió el ánimo del estadio

Un primer tiempo cuesta arriba

La fiesta en las gradas comenzó a apagarse cuando Panamá, efectivo y ordenado, aprovechó dos desconcentraciones defensivas de la Bicolor. Cecilio Waterman marcó al minuto 31 y repitió al 43, un doblete que cayó como un pesadísimo balde de agua fría sobre un estadio que, hasta entonces, no había dejado de cantar.

Con el 2-0 en contra al descanso, la tensión se apoderó del ambiente. Aun así, la afición siguió alentando con el mismo mensaje que lleva décadas repitiéndose: “No importa cómo, pero hay que creer”.

La remontada que ilusionó a un país

Ordóñez y Muñoz devolvieron la esperanza

La selección respondió. En el segundo tiempo, Guatemala salió con otra actitud y encontró el camino al gol. Arquímides Ordóñez descontó al minuto 68, desatando el primer rugido de la noche. Y apenas seis minutos después, Rudy Muñoz empujó el balón al fondo para el 2-2 que hizo vibrar El Trébol como pocas veces en su historia.

Ese empate tenía sabor a resurrección. Por unos minutos, Guatemala volvió a sentirse viva. Volvió a creer.

El tanto que silenció El Trébol

Fajardo marcó el golpe definitivo

El impulso duró poco. Al minuto 78, José Fajardo aprovechó un descuido defensivo y marcó el 3-2 definitivo para Panamá. El silencio fue inmediato. Las canciones cesaron. Las banderas se bajaron. Muchos no pudieron contener las lágrimas.

La selección buscó un milagro en los últimos minutos, pero el tiempo se extinguió tan rápido como la ilusión.

Una eliminación que pesa: 68 años sin Mundial

La derrota dejó a Guatemala fuera del Mundial 2026 y mantuvo intacta una dolorosa estadística: desde 1958, la Bicolor no ha logrado clasificar a una Copa del Mundo.

Este proceso, quizá el más prometedor en décadas debido al formato ampliado y las condiciones favorables, tampoco alcanzó para cortar la racha.

Cuatro años de trabajo, una generación con proyección internacional y un país entero apoyando desde casa y desde las gradas no bastaron para sellar el ansiado boleto.

Un estadio lleno de lágrimas y abrazos

Cuando el árbitro marcó el final, los jugadores se acercaron a la afición con gestos de disculpa y agradecimiento.

En las gradas había rostros enrojecidos, padres abrazando a hijos que no entendían por qué su selección volvía a quedarse afuera, y aficionados de todas las edades que, entre frustración y tristeza, repetían lo mismo de siempre: “Algún día se nos dará”.