Economía
Guatemala lidera informalidad laboral en la región: 8 de cada 10 trabajadores fuera del sistema formal
Guatemala lidera en empleo informal en Centroamérica con 83.2 %, según informe regional; desafío clave para la economía.

Guatemala se posiciona como el país con la mayor proporción de empleo informal en Centroamérica, según el más reciente Boletín Competitivo Regional del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep). De acuerdo con el documento, el 83,2 % de la población ocupada en el país labora en condiciones de informalidad, es decir, sin acceso a prestaciones, protección social ni garantías laborales básicas.
¿Mal funcionamiento del mercado laboral ?
En términos comparativos, Guatemala se sitúa por encima de Honduras (82,6 %), El Salvador (66,5 %), Nicaragua (63 %), Panamá (58,7 %), República Dominicana (54,7 %) y Costa Rica (37,4 %), este último con la tasa más baja del istmo.
El informe subraya que la informalidad laboral continúa siendo uno de los principales frenos para la productividad económica en la región, ya que no solo limita el acceso de los trabajadores a condiciones laborales dignas, sino que también afecta la competitividad y sostenibilidad de las empresas formales.
“En países como Honduras y Guatemala, ocho de cada diez trabajadores están dentro de la informalidad. Esto no sucede por elección, sucede por la falta de oportunidades reales, y cambiar esta realidad debe ser una prioridad en nuestras políticas públicas”, afirmó Alejandro Kaffati, oficial de Política Económica del Cohep.
Impacto social y económico de la informalidad
Además de sus efectos sobre la productividad, el boletín advierte que el alto nivel de informalidad laboral incrementa los niveles de precariedad y vulnerabilidad social. Las personas que trabajan en este sector, generalmente, carecen de acceso a servicios de salud, seguros sociales, pensiones y estabilidad laboral. En consecuencia, su capacidad para salir del círculo de la pobreza se ve seriamente limitada.
El documento también destaca que la informalidad reduce los ingresos fiscales de los Estados, lo que compromete la capacidad de los gobiernos para responder a las demandas sociales básicas, como educación, salud e infraestructura, y limita la expansión de los servicios públicos esenciales.
Un contexto económico regional con crecimiento moderado
En 2024, Centroamérica y República Dominicana alcanzaron un Producto Interno Bruto (PIB) conjunto de 498.000 millones de dólares, con un crecimiento del 2,8 %, de acuerdo con estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Sin embargo, no todos los países contribuyeron de forma equitativa a ese crecimiento. Según Kaffati, Honduras, El Salvador y Nicaragua aportaron entre el 4 % y el 7 % del PIB regional, lo que evidencia la necesidad de fortalecer las bases económicas internas y diversificar los motores de crecimiento.
“Esto nos obliga a pensar en cómo dinamizar nuestras economías desde adentro, generar empleo de calidad y reducir la dependencia de sectores informales que hoy concentran la mayor parte de la actividad productiva”, explicó Kaffati.