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Economía

Guatemala proyecta estabilidad financiera en 2025 y un récord en remesas, según Banguat

El Banco de Guatemala prevé un crecimiento del crédito, estabilidad en el tipo de cambio y un flujo de remesas que impulsará la economía.

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Guatemala proyecta estabilidad financiera en 2025 y un récord en remesas, según Banguat
Foto: Crédito / Banguat

Guatemala espera un 2025 marcado por la estabilidad financiera y el dinamismo en el crédito bancario, según las proyecciones del Banco de Guatemala (Banguat). Álvaro González Ricci, presidente de la entidad, destacó que la solidez del sistema financiero permitirá mantener un crecimiento estable, con un incremento del 11 % en la actividad bancaria.

Uno de los factores en el panorama económico es el récord en remesas familiares, que en enero alcanzaron los $1,817.6 millones, un aumento del 23.8 % en comparación con el mismo mes del año pasado. Este flujo de divisas sigue siendo un pilar fundamental para el consumo y la inversión en el país.

En cuanto al mercado laboral, la afiliación al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) creció 6.6 % en 2024, reflejando una expansión del empleo formal. Además, la inflación se mantiene bajo control, cerrando diciembre por debajo del rango meta de la Junta Monetaria (4.0% ± 1 punto porcentual), gracias a la moderación en los precios de alimentos y combustibles.

Crédito y estabilidad en tasas de interés

A pesar del ajuste en la tasa de política monetaria, los bancos no han trasladado ese incremento en la misma proporción a los intereses de los préstamos, lo que ha permitido mantener el dinamismo en la colocación de crédito. Este fenómeno ha sido clave para fortalecer la confianza en la economía guatemalteca y fomentar la inversión en distintos sectores.

Conflicto arancelario y su impacto en Guatemala

En el contexto internacional, la reciente guerra arancelaria entre Estados Unidos, México y Canadá genera incertidumbre en el comercio global, pero Guatemala podría encontrar oportunidades estratégicas. Según González Ricci, aunque el país no enfrentará un impacto directo a corto plazo, ciertos sectores como la agricultura y el textil podrían beneficiarse al mejorar su competitividad en el mercado estadounidense frente a sus competidores regionales.