Las Remesas: Pilar clave de la economía guatemalteca en 2025

Las remesas familiares se han consolidado como uno de los pilares más importantes de la economía guatemalteca. En el primer trimestre de 2025, el país registró un crecimiento histórico del 18.8% en los envíos de dinero. Se alcanzaron los US$5,642.7 millones, equivalente a Q42,000 millones.

Este aumento ha sido impulsado principalmente por la creciente incertidumbre migratoria en Estados Unidos. Esto ha llevado a los guatemaltecos en el extranjero a enviar más dinero a sus familias como medida preventiva ante las posibles deportaciones.

Las remesas representan alrededor del 20% del Producto Interno Bruto (PIB) de Guatemala. Se convierten en una fuente vital de ingresos para millones de hogares, especialmente en las áreas rurales.

Para 2025, el Banco de Guatemala (Banguat) proyecta que las remesas alcanzarán los US$22,800 millones. Esto implicaría un crecimiento moderado del 6% respecto al año pasado. Este dinero no solo cubre necesidades básicas como alimentación, salud y educación. También impulsa el emprendimiento, ya que muchos guatemaltecos utilizan las remesas para iniciar o financiar pequeños negocios.

¿Quiénes envían más dinero y por qué?

El flujo de remesas proviene principalmente de más de tres millones de guatemaltecos que viven en Estados Unidos. Muchos de ellos están en situación migratoria irregular. En los primeros meses de 2025, las remesas crecieron considerablemente. Este comportamiento está asociado con el temor a las políticas migratorias de la administración de Donald Trump. Estos migrantes, conscientes del riesgo de deportación, han optado por enviar más dinero para asegurar el bienestar económico de sus familias en Guatemala.

En enero y febrero de 2025, las remesas alcanzaron los US$1,817.6 millones y US$1,821.4 millones, respectivamente. Esto representa un aumento significativo frente a los mismos meses de 2024. Esta tendencia al alza se ha mantenido en marzo, con un ingreso récord de US$2,000 millones. Estos datos son según el Banguat.

Impacto en la economía local y el tipo de cambio

El dinero enviado por los migrantes tiene un impacto directo en la economía local. En las comunidades rurales, las remesas son esenciales para cubrir los gastos diarios de las familias y permiten que muchos hogares accedan a servicios básicos. Además, fomentan la creación de pequeños negocios. Este flujo constante de divisas también influye en la estabilidad del tipo de cambio, ayudando a mantener el valor del quetzal frente al dólar.

En promedio, las remesas diarias han alcanzado los US$87.5 millones en 2025, un incremento del 25% respecto al mismo periodo de 2024. Este aumento ha contribuido a un exceso de divisas en el mercado local, lo que ha generado presiones a la apreciación del quetzal.

A pesar del crecimiento significativo en las remesas, el futuro de este flujo de dinero es incierto. Si bien las proyecciones para 2025 apuntan a un aumento moderado del 6%, este escenario podría verse alterado. Esto ocurriría si las políticas migratorias de Estados Unidos continúan generando incertidumbre entre los migrantes. Algunos expertos advierten que, si bien las remesas han sido esenciales para la economía guatemalteca, la dependencia de estas transferencias plantea riesgos en el largo plazo.

El reto para Guatemala será diversificar su economía y reducir la dependencia de las remesas para garantizar un crecimiento más estable y sostenible. La situación de los migrantes y las fluctuaciones en las políticas migratorias de Estados Unidos seguirán siendo factores clave en el futuro de las remesas.

Un pilar vital con desafíos por delante

Las remesas siguen siendo una pieza clave en la estabilidad económica de Guatemala. Sin embargo, la dependencia de estas transferencias plantea preguntas sobre la sostenibilidad de este modelo a largo plazo. En 2025, el país sigue viendo un crecimiento en los ingresos por remesas, pero las políticas migratorias de Estados Unidos y los desafíos globales podrían modificar esta tendencia.

Guatemala deberá encontrar una manera de equilibrar el flujo de remesas con el impulso de sectores productivos internos. Esto es para lograr una economía más diversificada y menos dependiente de factores externos.