Economía
Nuevo límite para pequeños contribuyentes: Oportunidad y debate en el sector tributario
Descubre los cambios importantes en el Régimen de Pequeño Contribuyente y cómo impactan a miles en Guatemala tras la reforma IVA.
El régimen tributario de Pequeño Contribuyente ha experimentado un cambio tras la reforma a la Ley de Impuesto al Valor Agregado (IVA). Con el decreto 31-2024, conocido como Ley Marco para la Integración del Sector Productivo Primario y Agropecuario, el límite anual de ingresos permitido para pertenecer a este régimen se incrementó considerablemente, beneficiando a miles de contribuyentes en Guatemala.
Incremento del techo de ingresos
La reforma establece que los pequeños contribuyentes podrán permanecer en el régimen si sus ingresos anuales no superan los 125 salarios mínimos mensuales vigentes para el sector no agrícola, excluyendo la bonificación incentivo. Con el salario mínimo actual de Q3,384.60, el nuevo límite asciende a aproximadamente Q423,075 al año, lo que representa un aumento significativo respecto al techo anterior de Q150,000.
Este cambio podría generar un impacto positivo en los pequeños negocios, especialmente aquellos que enfrentaban dificultades para mantenerse dentro del régimen debido al crecimiento económico y la inflación.
Posibles consecuencias económicas
Sin embargo, el ajuste también plantea desafíos para la recaudación fiscal. Según Erick Echeverría, Intendente de Recaudación de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), podría haber una migración de contribuyentes del Régimen General al de Pequeño Contribuyente. “Esto podría afectar negativamente la recaudación nominal en el corto plazo”, advirtió.
Asimismo, Echeverría destacó que algunos contribuyentes podrían preferir permanecer en el Régimen General, ya que en ciertos casos presentan una tasa efectiva menor al 5%, comparada con el 5% que se aplica a las ventas en el régimen de Pequeño Contribuyente.
Reacciones del sector
El cambio ha generado reacciones mixtas entre los contribuyentes y analistas. Algunos sectores han celebrado la medida como un paso hacia la inclusión y la formalización, mientras que otros señalan la necesidad de monitorear cómo afectará la economía informal y los incentivos fiscales.
“Este aumento es un reconocimiento a las necesidades del sector productivo, que demandaba un ajuste debido a los cambios en la dinámica económica”, subrayó Echeverría.
Implementación pendiente
El decreto 31-2024 aún espera la sanción presidencial y su publicación en el Diario de Centro América para entrar en vigencia.