Donald Trump, 47° Presidente de Estados Unidos: Una nueva agenda de prioridades – Editorial

Donald J. Trump como el 47o Presidente de los Estados Unidos de Norte América, inició su discurso de toma de posesión con el advenimiento del inicio de la “Era de oro” para su país. Dicha consigna descansa según el mandatario en la capacidad de su administración por “restaurar el respeto” de su país en la escena internacional bajo la consigna de colocar como estadounidenses a “Estados Unidos primero”.

De esta manera el Presidente Trump encuentra el eco de su consigna en los pilares de la reivindicación de la soberanía nacional, la restauración de la seguridad interior y el rebalanceo de la justicia norteamericana para garantizar el Estado de Derecho.

El Presidente Trump  presentó como objetivo de  su administración el conseguir un país orgulloso, próspero y libre. Sin embargo reconoció en su discurso una crisis de gobernabilidad en Estados Unidos, argumentando que años de radicalismo y corrupción por parte de las élites políticas establecidas solamente han contribuido a una creciente desconfianza en el Estado, pues la manipulación arbitraria de recursos públicos y el menosprecio del poder popular, se reafirma en la incapacidad estatal por atender incluso simples crisis en el territorio estadounidense, mientras han proveído asilo y apoyo  a potenciales criminales y perseguidos por la justicia provenientes de otras partes del mundo.

Así mismo apuntó que esta crisis se enraiza en la desconfianza, al no responder de manera efectiva a sus ciudadanos con servicios básicos, ni las garantías institucionales contempladas en la ley de su país, pues se han priorizado de manera ilimitada estos recursos para la protección de fronteras a otros países, en lugar de la atención de demandas y emergencias locales. El Presidente estableció como acciones locales prioritarias la apertura del Departamento de eficiencia gubernamental, la atención a la inflación, la reivindicación de servicios y agendas en materia de educación, la explotación del potencial de manufactura, la revitalización de la industria automotriz, reformas al  sistema impositivo, buscando la carga tributaria descanse sobre extranjeros antes que en ciudadanos estadounidenses y la recuperación de la carrera espacial con énfasis en la conquista de Marte.

Subrayando que su mandato ha sido encomendado con una transformación y restauración del Gobierno Norteamericano, el Presidente Trump señala como prioridad el restablecimiento de las libertades económicas, de credo y autodeterminación individual, al hacer énfasis en el Estado de Derecho como principio fundamental de la República. Así mismo al hacer un llamado a la reivindicación a la unidad nacional, el Presidente Trump, garantiza la libertad de expresión y anunció la finalización de la política gubernamental de ingeniería social racial y de género, persiguiendo una sociedad igualitaria entre razas que además se basa en el reconocimiento de dos géneros.

En concordancia con esta declaración del Presidente, la administración republicana anunció como órdenes ejecutivas prioritarias con eco internacional para su primeras horas de mandato, la declaración de emergencia en la frontera del sur (México), anunciando la deportación de potenciales criminales que intenten o hayan ingresado de manera ilegal a Estados Unidos, además del uso de activos federales y estatales para la persecución de pandillas y crimen organizado en su territorio, la movilización de tropas a dichas fronteras y la declaración de los carteles como organizaciones terroristas. A esto se suma como medida de urgencia nacional, el refuerzo de las tropas militares estadounidenses, no solamente como una medida reactiva de seguridad, sino preventiva que premia la conciliación y la paz antes que el conflicto bélico, el reconocimiento del Golfo de México como Golfo de Estados Unidos, el reclamo del Canal de Panamá y la atención inmediata al conflicto en medio oriente. El discurso es entonces marcado por una decisiva dirección política de atención interior, la cual para nuestra región prioriza en términos de seguridad ciudadana la deportación de potenciales agentes considerados como peligrosos, la re priorización del gasto público en términos de ayuda internacional en favor de programas de prevención y atención a la migración irregular y la lucha contra el narcotráfico, además de premiar la autodeterminación de la justicia y la prevalencia del Estado de Derecho desde una perspectiva multilateralista.

Discurso completo de Donald J. Trump: