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Armenia reconfigura alianzas militares, Azerbaiyán propone un diálogo directo
La distancia impuesta a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva se profundiza con la negativa de Armenia de participar en el próximo encuentro de los miembros de la organización en Minsk y la solicitud de eliminar de la agenda el documento sobre la ayuda a Armenia. A pesar de su descontento, Ereván negó cualquier intención de abandonar la alianza militar en la que participa desde hace más de 30 años.
Rusia considera que esta reacción fue orquestada por Occidente, aunque Armenia asegura que fue la inacción de la OTSC lo que la impulsó a diversificar sus relaciones en el área de seguridad y buscar nuevas colaboraciones.
Por su parte, las discusiones en torno al presupuesto estatal de Armenia para 2024 dan cuenta de un incremento notable del gasto público en el sector militar. Mientras lo asignado para defensa en 2022 fue entre 700 y 800 millones de dólares, en 2024, será de aproximadamente 1.400 millones de dólares.
En este contexto, Francia ha emergido como un nuevo socio militar para Armenia. La intensificación de la cooperación se ha traducido en la firma de contratos para la adquisición de sistemas de defensa aérea Mistral y radares ‘Ground Master 200’.
Francia no sólo se ha convertido en un proveedor de armas para el país caucásico, sino que también enviará un oficial militar como consultor de defensa y ofrecerá capacitación a las Fuerzas Armadas armenias. Este acercamiento con el país europeo representa un cambio estratégico significativo y una apuesta por colaboraciones más allá de las alianzas tradicionales.
En tanto que el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, acusó a París de exacerbar las tensiones, el ministro de las Fuerzas Armadas de Francia, Sébastien Lecornu, aseguró que “nadie puede culpar a un Estado soberano por proteger sus cielos y a la población que vive debajo”. A nivel social, una encuesta de opinión realizada por ‘GALLUP’ en Armenia, reveló que el 41,1% de los encuestados perciben a Francia como el principal aliado militar y político de Armenia.
Poco después de la visita de la ministra de Asuntos Exteriores francesa, Catherine Colonna, a Ereván, el Gobierno de Francia inició la entrega de armamento a Armenia, activando los términos de los contratos de cooperación firmados el mes pasado. Recientemente, se registró la descarga de numerosos vehículos blindados multiusos de fabricación francesa Bastion en el puerto de Poti, en Georgia.
Simultáneamente, Armenia ha explorado nuevas alianzas en el sur de Asia. La colaboración militar con la India ha cobrado fuerza, y la adquisición del sistema de cohetes Pinaka y anti-drones Zen destaca la creciente importancia de este país como proveedor clave de armamento.
Además, el fabricante indio de sistemas de artillería Bharat Forge confirmó que sus obuses autopropulsados blindados MARG 155 serán destinados a Armenia. En el marco de las intenciones explícitas de Armenia de incrementar su capacidad de defensa, asoma la reacción internacional tardía a la crisis de Nagorno Karabaj y al uso de la fuerza de Azerbaiyán contra su territorio.
El Senado de Estados Unidos, por ejemplo, ha adoptado una posición crítica hacia Azerbaiyán, suspendiendo toda ayuda militar mediante un proyecto de ley para derogar la autoridad de exención de la Sección 907 de la Ley de Apoyo a la Libertad para la Administración con respecto a la asistencia militar a Azerbaiyán.
La parte azerbaiyana calificó esta decisión como un golpe a las relaciones entre los dos países y aseguró que Bakú no enviará una delegación a Washington para mantener conversaciones entre los ministros de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán y Armenia en torno a un acuerdo de paz que debía celebrarse el 20 de noviembre.
Durante los últimos días, Bakú reveló un rechazo por la actitud “pro-armenia” de Francia y Estados Unidos, y expresó su disposición de continuar las negociaciones de forma directa con Armenia. Su Ministerio de Asuntos Exteriores planteó que “la responsabilidad de la continuación del proceso de paz, incluida la elección de un lugar mutuamente aceptable o la decisión de reunirse en la frontera estatal, pertenece a los dos países”. La parte armenia no respondió de inmediato a este llamado, aunque envió a Azerbaiyán su sexta propuesta de acuerdo de paz.
La implementación de la oferta azerbaiyana delinearía un nuevo escenario en la región caucásica en la que el rol mediador de Occidente y Rusia quedaría suspendido. A su vez, la configuración de las nuevas alianzas militares de Armenia refleja la búsqueda de flexibilidad en medio de una crisis regional en evolución constante. El impacto a largo plazo de estas decisiones en la estabilidad regional y las dinámicas del conflicto será fundamental.
Via: france 24