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Armenia y Azerbaiyán acuerdan intercambiar prisioneros de guerra y normalizar sus relaciones
Los vecinos del Cáucaso llevan décadas enzarzados en un conflicto por la región de Nagorno Karabaj, que Azerbaiyán recuperó tras una ofensiva relámpago contra los separatistas armenios en septiembre.
Ambos países han afirmado que podrían firmar un acuerdo de paz a finales de año, pero las conversaciones de paz, en las que han mediado por separado la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, apenas han avanzado. El jueves, las dos partes acordaron en una declaración conjunta aprovechar “una oportunidad histórica para lograr una paz largamente esperada en la región”.
“Los dos países reconfirman su intención de normalizar las relaciones y alcanzar el tratado de paz sobre la base del respeto a los principios de soberanía e integridad territorial”, decía la declaración. Bakú liberará a 32 prisioneros de guerra armenios, mientras que Ereván liberará a dos militares azerbaiyanos, según la declaración.
Los dos países también declararon que “continuarán sus conversaciones sobre la aplicación de más medidas de fomento de la confianza, efectivas en un futuro próximo, y piden a la comunidad internacional que apoye sus esfuerzos”. Los acuerdos se alcanzaron durante las conversaciones entre la oficina del Primer Ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, y la administración del Presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev.
El Ministerio de Asuntos Exteriores armenio declaró que Ereván había “respondido positivamente a la oferta del Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken de organizar la reunión de los Ministros de Asuntos Exteriores de Armenia y Azerbaiyán en Washington”.
El Presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, elogió la declaración el jueves en un post en las redes sociales, calificándola de “paso clave”. “Encantado de acoger con satisfacción un importante avance en las relaciones entre Armenia y Azerbaiyán al emitir una declaración conjunta”, afirmó.
Azerbaiyán se negó a participar en las conversaciones con Armenia previstas en Estados Unidos el 20 de noviembre, por lo que calificó de postura “sesgada” de Washington. En octubre, Aliyev declinó asistir a una ronda de negociaciones con Pashinyan en España, acusando aquella vez a Francia de parcialidad.
Estaba previsto que el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, se unieran a Michel como mediadores en esas conversaciones. Hasta el momento, no se han producido avances visibles en los esfuerzos de la UE por organizar una nueva ronda de negociaciones.
Rusia, el tradicional agente de poder regional -empantanado en su guerra de Ucrania- ha visto menguar su influencia en el Cáucaso. Aliyev envió tropas a Karabaj el 19 de septiembre y, tras sólo un día de combates, las fuerzas separatistas armenias que habían controlado la disputada región durante tres décadas depusieron las armas y aceptaron reintegrarse en Bakú.
En los días siguientes, casi toda la población armenia del enclave montañoso -más de 100.000 personas- huyó de Karabaj hacia Armenia, desencadenando una crisis de refugiados. La victoria de Azerbaiyán marcó el final de la disputa territorial, en la que Azerbaiyán y Armenia libraron dos guerras -en 2020 y en la década de 1990- que se han cobrado decenas de miles de vidas de ambas partes.
France 24