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Arrestan a asesor del Departamento de Estado por retención ilegal de información de defensa nacional
La seguridad nacional de EE. UU. enfrenta un nuevo capítulo de tensión tras el arresto de Ashley Tellis, asesor del Departamento de Estado y contratista del Pentágono, acusado de guardar más de mil documentos clasificados en su casa. Un caso que revela lo frágil que puede ser el resguardo de los secretos mejor guardados del país.
La seguridad nacional de Estados Unidos volvió al centro del debate tras la detención de Ashley Tellis. Este individuo es un experimentado asesor del Departamento de Estado y contratista del Departamento de Defensa. Fue acusado de retener ilegalmente más de mil páginas de información clasificada en su residencia de Vienna, Virginia.
El caso involucra material con marcas de “Secreto” y “Alto Secreto”. Ha sacudido los cimientos de la comunidad de defensa e inteligencia, por tratarse de un funcionario con más de dos décadas de trayectoria. Su acceso a información altamente sensible es relevante.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de EE. UU., el FBI arrestó a Tellis el 11 de octubre luego de una investigación que reveló que el funcionario habría sustraído documentos de instalaciones seguras del gobierno. Presuntamente, los habría almacenado en su domicilio particular.
Durante el registro judicial, los agentes encontraron más de mil páginas de información clasificada dentro de archivadores cerrados, una oficina en el sótano y bolsas de basura en un área de servicio. La documentación, según las autoridades, incluía detalles sobre capacidades militares y otras áreas sensibles de la defensa estadounidense.
¿Quién es Ashley Tellis?
Tellis, de 64 años, es un académico y analista ampliamente conocido en los círculos diplomáticos de Washington. Desde 2001, se desempeña en el Departamento de Estado. Al momento de su arresto, también colaboraba como contratista de la Oficina de Evaluación de Redes del Departamento de Defensa. Además, ejercía como investigador principal del Fondo Carnegie para la Paz Internacional.

Su perfil le permitió obtener una autorización de seguridad de nivel alto secreto (TS/SCI). Este privilegio estaba reservado para personal con acceso a información compartimentada de máxima confidencialidad. Según documentos judiciales, Tellis alteró nombres de archivos, imprimió fragmentos de documentos clasificados y los borró posteriormente para ocultar rastros de sus acciones. En otra ocasión, anotó información en un bloc de notas y la guardó en su maletín personal al salir de un área restringida del Departamento de Defensa.
La advertencia del FBI
En una declaración oficial, el subdirector de Contrainteligencia del FBI, Roman Rozhavsky, afirmó que este arresto debe servir como una “dura advertencia” para quienes intenten socavar la seguridad nacional.
“El FBI y nuestros colaboradores haremos todo lo posible para encontrarlo y exigirle responsabilidades”, enfatizó Rozhavsky.
Por su parte, Darren B. Cox, subdirector de la Oficina de Campo del FBI en Washington, aseguró que Tellis “traicionó la confianza” depositada en quienes manejan los secretos del país.
“El FBI actuó con rapidez para proteger la seguridad nacional y evitar que información de defensa altamente clasificada cayera en malas manos”, afirmó.
Postura del Departamento de Justicia
La Fiscal General Adjunta Principal, Sue J. Bai, subrayó que proteger la información de defensa nacional “es una prioridad absoluta”.
“Para quienes tienen a su cargo la información más sensible del país, protegerla es un privilegio y una responsabilidad solemne”, indicó.
Asimismo, el Fiscal Federal Halligan, del Distrito Este de Virginia, señaló que los cargos alegados representan “un grave riesgo para la seguridad de nuestros ciudadanos”. Además, aseguró que la justicia “se aplicará con firmeza”.
El caso está a cargo del Fiscal Federal Adjunto Seth Schlessinger y de Leslie Esbrook. Ella es abogada de la Sección de Contrainteligencia y Control de Exportaciones del Departamento de Justicia.
Las pruebas y el proceso
Los documentos judiciales revelan que Tellis habría accedido a materiales clasificados desde instalaciones seguras conocidas como SCIF (Sensitive Compartmented Information Facility). También lo hubiera hecho desde sistemas informáticos protegidos. En varias ocasiones, presuntamente renombró archivos, imprimió porciones de textos sensibles y eliminó los originales digitales.

Durante el cateo, los agentes encontraron documentos con marcas “SECRET” y “TOP SECRET”, así como notas escritas a mano. También hallaron material impreso fuera de los canales oficiales. El caso continúa bajo investigación del FBI en Washington. Cuentan con apoyo de la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea (OSI) y del Servicio de Seguridad Diplomática (DSS) del Departamento de Estado.
Contexto y repercusiones
El arresto de Tellis se produce en un momento en que el gobierno estadounidense refuerza los controles de acceso a información clasificada. Esto es necesario tras varios incidentes similares que han evidenciado fallas en la supervisión y cultura de seguridad.
Aunque las autoridades no han acusado al exfuncionario de espionaje ni de compartir la información con terceros, la retención no autorizada de material de defensa está penada por la Ley de Espionaje (18 U.S.C. §793). Las sanciones pueden alcanzar hasta 10 años de prisión por cargo.

Analistas señalan que este caso podría exponer debilidades en la cadena de resguardo dentro de agencias con altos niveles de clasificación. Además, serviría como precedente para endurecer los protocolos de verificación, impresión y transporte de documentos confidenciales.
Qué sigue
Tellis compareció el 21 de octubre ante el Tribunal del Distrito Este de Virginia. Allí se decidirán las medidas cautelares y el curso del proceso judicial. Por el momento, los cargos son alegaciones y el acusado se presume inocente hasta que se demuestre lo contrario.
El caso permanecerá bajo investigación conjunta del FBI y el Departamento de Justicia. Mientras tanto, se realiza una evaluación de daños (damage assessment) para determinar si parte del material comprometido llegó a manos externas.










