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Bastrop, el pequeño pueblo de Texas, es el nuevo centro del imperio tecnológico de Elon Musk
Tras salir de Silicon Valley, Elon Musk está construyendo un campus corporativo en una zona rural de Texas.

A media hora del este de Austin, pasando el aeropuerto, la congestión del tráfico comienza a disiparse y aparecen las llanuras del centro de Texas, dejando atrás la floreciente ciudad. En algún punto de la autopista principal de dos carriles, un giro a la izquierda lleva a los conductores por la carretera 1209 que conecta las granjas a los mercados.
Los documentos judiciales indican que un gran edificio metálico, terminado en los últimos meses, será la nueva sede de X, su plataforma de redes sociales.
Y al otro lado de la carretera 1209 se encuentra una planta de SpaceX en rápido crecimiento que fabrica equipos de internet satelital Starlink.
Aquí, el terreno es (relativamente) barato, abundan los trabajadores tecnológicos cualificados de la cercana Austin, y las leyes locales favorecen el desarrollo.
Por ello Musk decidió mudarse a Texas, un bastión republicano y el estado con mayor crecimiento en Estados Unidos.
Además del conjunto de edificios cerca de Bastrop, en el centro de Texas, el empresario construyó instalaciones de SpaceX en el condado de Cameron, en el extremo sur del estado, cerca de la frontera con México. Los empleados de SpaceX presentaron una petición para crear una nueva ciudad llamada Starbase. La medida se votará en mayo.
Los habitantes de Bastrop tienen sentimientos encontrados sobre el proyecto. “Los residentes están contentos de que sus hijos y nietos tengan trabajo en la zona”.
“Por otro lado, puede parecer que estamos siendo abrumados por un tercero y que el desarrollo urbanizará rápidamente nuestra zona”, agrega. Aunque el desarrollo de Musk está técnicamente fuera de los límites de la ciudad, está lo suficientemente cerca como para que las leyes de Texas otorguen al gobierno de Bastrop influencia sobre el desarrollo.
Y, como subraya Carrillo, los edificios de Musk son solo un ejemplo de las muchas construcciones que surgen en una zona en auge. “Se ha enfrentado a una reacción negativa por algo que no es del todo culpa suya”, señala.
El complejo de Musk todavía es bastante básico. La imponente Plaza Hyperloop se encuentra en medio de los edificios corporativos y alberga la Bodega Boring, propiedad de la compañía, un bar, cafetería, peluquería y tienda de regalos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, decenas de miles de soldados, y alrededor de 10,000 prisioneros de guerra alemanes llegaron en masa a Camp Swift, una instalación del ejército estadounidense al norte de la ciudad. “Eso probablemente tuvo más impacto que Elon Musk”, señala Enis.
“Siempre seré parcial porque quiero el crecimiento”, afirma Ross. “Pero me encanta este lugar y quiero formar parte de él”. “Lo principal es la cantidad de empleos que esto está generando”, señala. “El año pasado, hice ventas a la gente que trabaja en Boring y SpaceX”.
Sin embargo, rápidamente se enamoró de la ciudad, con su mezcla de negocios locales y gente amable, y quiere quedarse.
Sus preocupaciones sobre el agua no son solo teorías. El año pasado, la Comisión de Calidad Ambiental de Texas multó a The Boring Company con US$11,876 tras ser citada por infracciones vinculadas con la contaminación de agua.
Los problemas con el agua parecen haber retrasado la construcción de viviendas, que, según se informa, podrían ser más de 100 casas para los empleados de Musk. Sin embargo, el desarrollo de casas planificado no se ha materializado hasta ahora.
Las viviendas se limitan a unas pocas caravanas temporales detrás del edificio de la bodega, rodeadas por un muro, hectáreas de llanura texana y algunos caballos pastando. Carrillo, la administradora municipal, afirma que cualquier construcción de viviendas a gran escala tardará al menos un año.
En noviembre, SpaceX solicitó la designación de zona de libre comercio, lo que le permitiría transportar materiales y productos terminados dentro y fuera de la fábrica de Bastrop sin estar sujeta a aranceles, una de las políticas emblemáticas de Donald Trump. Es una práctica común para los fabricantes, y existen cientos de zonas similares en todo el país.
Pocos residentes locales quisieron criticar directamente a Musk cuando los abordamos. Pero la historia es diferente en internet, donde se perciben sentimientos más agudos. “Lo arruinarán todo”, publicó un residente en un foro en línea de los vecinos de Bastrop.
“Con él no viene nada bueno”, agregó. La BBC contactó a SpaceX, The Boring Company y X para obtener comentarios. Carrillo afirma que no ha percibido indignación entre los residentes a raíz de las acciones de Musk en Washington.
Bastrop, afirma, es una ciudad conservadora, tradicionalmente republicana. “Sus ideas nacionales no tienen mucho impacto”, afirma. “Sus empresas han sido buenos ciudadanos corporativos, y esperamos que sigan siendo así”.
Via: bbc