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EE. UU. anuncia restricciones de visa contra figuras europeas por presunta censura extraterritorial
La medida, impulsada por el secretario de Estado, Marco Rubio, eleva las tensiones con Europa y abre un nuevo capítulo en el debate global sobre regulación digital y libertad de expresión.
La Administración de Estados Unidos, bajo el nuevo gobierno de Donald Trump, anunció medidas migratorias contra figuras europeas a las que acusa de impulsar prácticas de censura extraterritorial dirigidas a plataformas tecnológicas estadounidenses y a voces políticas de ese país.
El pronunciamiento fue realizado por el secretario de Estado, Marco Rubio, quien señaló que durante años “ideólogos en Europa han liderado esfuerzos organizados para obligar a plataformas estadounidenses a castigar puntos de vista estadounidenses con los que no están de acuerdo”. Según Rubio, esta práctica representa una amenaza directa a la libertad de expresión y a la soberanía jurídica de Estados Unidos.
“La Administración Trump ya no tolerará estos graves actos de censura extraterritorial”, afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense.
Restricciones migratorias como sanción política
De acuerdo con el Department of State, las medidas consisten en restricciones de entrada y revocación de visas a personas consideradas parte del denominado “complejo industrial de la censura global”. Funcionarias estadounidenses indicaron que la lista podría ampliarse si otros actores no modifican su conducta.
Aunque el Departamento de Estado no publicó un comunicado oficial con nombres, fuentes diplomáticas y declaraciones públicas de funcionarias estadounidenses permitieron identificar a cinco figuras europeas que figurarían entre las primeras sancionadas.
Funcionarios y activistas señalados
Entre las personas mencionadas se encuentra Thierry Breton, excomisario de la Unión Europea, vinculado a la aplicación de regulaciones digitales que, según Washington, han sido utilizadas para presionar a plataformas como X, Meta y Google a eliminar contenidos políticos de origen estadounidense.
También figura Imran Ahmed, director del Centre for Countering Digital Hate, una organización que ha promovido campañas para desmonetizar y restringir cuentas consideradas “desinformantes”.
La lista se completa con Josephine Ballon y Anna-Lena von Hodenberg, ambas vinculadas a la organización alemana HateAid, así como Clare Melford, cofundadora del Global Disinformation Index.
Según funcionarios estadounidenses, estas organizaciones habrían influido directa o indirectamente en políticas de moderación de contenido que afectaron a medios, comentaristas y movimientos políticos estadounidenses.
Tensiones transatlánticas y libertad de expresión
El anuncio marca un endurecimiento sin precedentes en la postura de Washington frente a regulaciones europeas como la Ley de Servicios Digitales (DSA), que ha sido cuestionada por sectores conservadores en Estados Unidos por su alcance extraterritorial.
Desde la óptica del gobierno estadounidense, dichas normas han sido utilizadas para condicionar el debate público en plataformas con sede en EE. UU., lo que consideran una violación al principio de libertad de expresión protegido por la Primera Enmienda.
Por el momento, la Unión Europea no ha emitido una respuesta oficial frente a las medidas anunciadas, ni las personas señaladas han confirmado públicamente la revocación de sus visas.
Advertencia abierta
Funcionarias del Departamento de Estado subrayaron que esta acción no es simbólica, sino parte de una estrategia más amplia para frenar lo que Washington considera una red internacional de presión ideológica sobre el ecosistema digital.
“Estamos listos y dispuestos a ampliar esta lista si otros no cambian de rumbo”, advirtió Rubio, dejando claro que el conflicto entre regulación digital europea y libertad de expresión estadounidense podría escalar en los próximos meses.






