Mundo
EE. UU. enfrenta inminente cierre del gobierno tras rechazo demócrata a ley de financiación
Estados Unidos se encamina a un nuevo cierre del gobierno federal luego de que los demócratas del Senado rechazaran un proyecto de ley republicano para mantener en funcionamiento las operaciones gubernamentales. De confirmarse, sería el primero en casi siete años y podría iniciarse a partir de la medianoche de este miércoles.
Tras la votación —55 contra 45, por debajo de los 60 votos necesarios— la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca ordenó a las agencias federales ejecutar sus planes de contingencia para un “cierre ordenado”.
Choque político en el Senado
Los demócratas cumplieron su advertencia de bloquear la medida si la administración de Donald Trump y los republicanos no aceptaban sus demandas en materia de atención médica. El líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer, acusó a los republicanos de intentar “intimidar” a su bancada, al negarse a negociar la extensión de subsidios sanitarios y otros beneficios.
En respuesta, el líder republicano John Thune aseguró que su partido “no se dejará secuestrar” por las exigencias de la oposición. Desde la Casa Blanca, Trump también elevó la presión al amenazar con recortes de programas sociales y despidos masivos si el cierre se concreta.
Impacto potencial
Un cierre del gobierno implicaría la suspensión o despido de cientos de miles de empleados federales, además de la paralización de programas sociales, administrativos y de servicios clave. La incertidumbre también podría repercutir en los mercados financieros.
Este escenario recuerda al cierre de 2018-2019, durante la presidencia de Trump, que se prolongó por 35 días y fue el más largo en la historia del país.
La disputa por la salud
El punto más crítico en las negociaciones es la prórroga de los subsidios a la atención médica que vencen a finales de año. Estos fueron implementados en 2021, durante la pandemia, para apoyar a millones de personas de ingresos bajos y medios.
Los demócratas también exigen revertir los recortes a Medicaid y garantizar que la Casa Blanca no rescinda fondos previamente aprobados por el Congreso. “No vamos a apoyar un proyecto de ley de gasto partidista que destruya la atención médica de los estadounidenses comunes”, advirtió Hakeem Jeffries, líder de los demócratas en la Cámara de Representantes.
Mientras tanto, la Cámara Baja —controlada por los republicanos— permanece en receso, lo que reduce las posibilidades de una salida rápida a la crisis.




