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El Ejército sudanés lanza gran ofensiva para expulsar a los paramilitares de la capital
El comandante del Ejército sudanés, Abdel Fattah al-Burhan, mostró ante la ONU su disposición de poner fin a la guerra bajo ciertas condiciones, incluido el fin de la “ocupación”.
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El Ejército de Sudán lanzó el jueves 26 de septiembre una gran operación para recuperar terreno en la capital, Jartum, controlada por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), informaron testigos y fuentes militares. Los residentes informaron de intensos bombardeos de artillería y ataques aéreos y se vieron tropas intentando cruzar puentes que conectan las tres ciudades adyacentes de Jartum, Omdurman y Bahri.
El Ejército sudanés perdió el control de Jartum al comienzo de su guerra contra las FAR, hace diecisiete meses. Este año recuperó terreno en Omdurman sin poder desalojar a las fuerzas paramilitares de otros distritos.
El grupo paramilitar lucha, en particular, por el control de Al Fashir, capital de Darfur del Norte, en el oeste del país.
La ciudad, que alberga a más de 1,8 millones de residentes y desplazados, es el último bastión del Ejército regular en Darfur, donde las Naciones Unidas y grupos de derechos humanos acusan a las FAR de abusos.
“Si Al Fashir cae, existe un alto riesgo de violaciones y abusos étnicos, incluidas ejecuciones sumarias y violencia sexual, por parte de las FAR y otras milicias”, advirtió el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk.
El conflicto, provocado por una lucha de poder entre el Ejército y las FAR, ha dejado decenas de miles de muertos, más de 10 millones de desplazados, y ha provocado una crisis humanitaria.
Todos los esfuerzos diplomáticos realizados para poner fin a las hostilidades, en particular los de Estados Unidos, han fracasado hasta ahora.
El Ejército y las FAR entraron en conflicto abierto en abril de 2023 después de compartir el poder durante un año y medio tras un golpe de Estado perpetrado en octubre de 2021. Dos años y medio antes, en abril de 2019, el Ejército derrocó al expresidente Omar al Bashir tras un gran levantamiento popular.
El comandante del Ejército sudanés, Abdel Fattah Al-Burhan, condicionó este jueves el fin de la guerra, que cumplió un año en abril, al fin de la “ocupación” del territorio sudanés por parte del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, Al-Burhan acusó a los países de la región, sin especificar cuáles, de proporcionar financiación, armas y mercenarios a las Fuerzas de Apoyo Rápido.
“Nosotros, el Gobierno de Sudán, estamos dispuestos a participar en cualquier iniciativa para poner fin a esta guerra, siempre y cuando esta iniciativa ponga fin a la ocupación de las distintas regiones por parte de las milicias rebeldes”, dijo el comandante y líder de facto de Sudán en referencia a las FAR.
Al-Burhan añadió que el Gobierno, respaldado por el Ejército, no aceptaría la participación en un eventual proceso de paz de ningún país que apoye a las Fuerzas de Apoyo Rápido y enfatizó en la necesidad de que cualquier tregua incluya que las FAR se desmovilicen y alcancen un acuerdo político integral.
Al-Burhan reiteró la determinación del Ejército de derrotar a aquellos que describió como “agresores”. “Seguimos derrotando y derrotando a estos agresores, sin importar cuánto apoyo encuentren”, afirmó.
Por su parte, el jefe de las fuerzas paramilitares dijo el jueves que la facción seguía lista para implementar un cese al fuego a nivel nacional en su guerra con el Ejército sudanés y permitir la entrega de ayuda humanitaria.
El general Mohamed Hamdan Dagalo hizo estos comentarios en un mensaje grabado dirigido a la Asamblea General de las Naciones Unidas, después del discurso pronunciado ante el organismo por el jefe del Ejército de Sudán.
Vía: france24