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El plan de Milei rechaza confiscar depósitos o vulnerar contratos
La situación macroeconómica de la Argentina es probablemente una de las más delicadas de su historia. El desajuste de precios relativos y similar al que había en la previa del Rodrigazo, la bomba de pasivos remunerados y el saldo de reservas netas del BCRA se parece a la situación de la década de 1980, y el kirchnerismo dejó el Gobierno con un déficit fiscal monumental.
Las crisis de semejante envergadura siempre dejaron un sabor amargo en la sociedad, por la implementación de “soluciones de emergencia” que involucraron violar la propiedad privada. Este fue el caso de los sucesivos programas de Alfonsín en los 80s en los que se declaró el default, o el programa de Erman González con el canje compulsivo de depósitos por BONEX, o más tarde la salida de la Convertibilidad empleando la pesificación asimétrica de depósitos y deudas.
Esta vez, la salida de la crisis tendrá una solución completamente diferente. El Presidente Javier Milei ratificó que el programa económico no vulnerará ningún tipo de derecho adquirido ni ningún contrato que se haya asumido, tanto entre privados como en las propias obligaciones asumidas por el Estado.
Milei confirmó que su programa económico descarta cualquier default de la deuda pública (en pesos y en divisas), se descartan medidas de canjes compulsivos con cualquier sector de la sociedad, y se descarta la aplicación de reformas que signifiquen un cambio deliberado en las reglas de juego libremente pactadas entre partes.
En este sentido, el programa de consolidación fiscal anunciado por Caputo permite llegar al equilibrio financiero del Sector Público Nacional por primera vez en 16 años, con lo cual se podrá hacer frente al pago de los servicios de deuda pública asumidos con acreedores privados y con organismos de crédito multilateral.
Al mismo tiempo, el saneamiento del Banco Central (la solución para la deuda comercial y para la bomba de pasivos remunerados) no implicará en ningún tipo de medida compulsiva. El lanzamiento de los bonos BOPREAL ofrecen a los importadores una herramienta de mercado para poder maniobrar mejor sus operaciones con los respectivos proveedores en el exterior.
Asimismo, la reconstrucción de la curva de pesos y la “escalera” de tasas implementada por el BCRA genera incentivos a los bancos para migrar de Pases y Leliq hacia Letras del Tesoro, nuevamente de forma voluntaria, y de esta manera el Gobierno puede comenzar a cancelar Adelantos Transitorios con el BCRA para disminuir el stock de pasivos remunerados.
Se aplicará el mismo criterio para llevar a cabo las reformas estructurales que necesita el país, como por ejemplo la desregulación del mercado laboral. Este proceso sólo afectará a los nuevos contratos que se lleven a cabo, pero de ningún modo incidirá en aquellos que libremente fueron pactados entre las partes.
Via: derecha diario