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El presidente de la COP28 en Dubai, rechaza cualquier conflicto de intereses
Al-Jaber, muy criticado durante meses por oenegés y parlamentarios occidentales por su doble papel de jefe de la COP28 y de la petrolera nacional Adnoc, defiende una línea que califica de realista y dice querer ser un puente entre el Golfo y los países que exigen la salida rápida del petróleo.
Pero los numerosos documentos revelados el lunes por el grupo de investigación Centre for Climate Reporting y la ‘BBC’ lo ponen en duda. Los documentos, transmitidos por un “denunciante”, son informes destinados a Sultan Al-Jaber donde aparecían los temas que tenía que abordar con representantes de gobiernos extranjeros en reuniones que trataban sobre la COP.
Esos informes contenían menciones a las dos compañías que dirige, Adnoc y la empresa de energías renovables Masdar, y se usaron en reuniones con casi 30 países. En ellos se hablaba de la presencia de Adnoc y Masdar en el país en cuestión y de su potencial comercial, como en el caso de un proyecto de suministro de diésel y queroseno de Adnoc en Kenia o un proyecto petroquímico de Adnoc en Brasil.
“Esas acusaciones son falsas, incorrectas, inexactas”, dijo Al-Jaber en Dubái, respondiendo a periodistas durante un evento en la sede de la COP28, en vísperas de su inauguración. “¿Ustedes piensan que Emiratos Árabes Unidos o yo necesitamos de la COP o de la presidencia de la COP para establecer acuerdos o relaciones comerciales?”, planteó.
“Nunca, nunca he visto estas formulaciones, nunca las he usado”, dijo. “A veces me dicen que tengo que hablar con los Estados y las compañías de petróleo y gas para presionarlos, y a veces me dicen que no puedo hacerlo”, agregó, en sus primeras declaraciones públicas sobre el tema.
Al-Jaber fue atrapado “con las manos en la masa”, dijo en la red social X la exjefa del Clima de la ONU, Christiana Figueres, comparando las revelaciones con el escándalo del diésel que afectó a Volkswagen en 2015. Por su parte, varios senadores estadounidenses, liderados por el demócrata Sheldon Whitehouse, que llevan meses denunciando la influencia de cabilderos en la COP, consideraron que estas revelaciones cuestionan “la integridad de toda la conferencia”.
El climatólogo estadounidense Michael Mann pidió la renuncia inmediata de Al-Jaber o un boicot a la COP28. No llegaron tan lejos las oenegés, muy involucradas en la COP, que después de meses de trabajo esperan decisiones históricas sobre asistencia financiera a países vulnerables.
La directora de Climate Action Network, Tasneem Essop, que representa a cientos de organizaciones, solo recordó por el momento la “profunda responsabilidad” de los países organizadores de la COP y su obligación de “integridad, no manchada por parcialidad o ventaja nacional o personal”.
Via: france 24