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El progresista de izquierda y operador de la Unión Europea, Donald Tusk, es el nuevo Primer Ministro
El pasado 15 de octubre, se celebraron comicios en Polonia para elegir a los miembros del Parlamento (Sejm) y el Senado. Estas elecciones parecían ser las más reñidas para el gobernante Partido Ley y Justicia (PiS) en mucho tiempo, pero el resultado fue incluso peor al que esperaban.
A pesar de haber conseguido el primer puesto, el gobierno conservador no pudo renovar las suficientes bancas y la oposición tomó la delantera en una unión sin precedentes de todas las fuerzas del centro hacia la izquierda.
Los resultados oficiales fueron 194 escaños del PiS; 157 para el socialdemócrata Plataforma Cívica (PO), 65 para Trzecia Droga (Tercera Vía), un partido de centro; 26 para Lewica, un partido de izquierda y comunista, y finalmente 18 para el derechista Konfederacja.
La mayoría absoluta en el Sejm es de 231 escaños, un número que por primera vez en una década le quedó muy lejos al PiS, incluso sumando a lo que sería su socio natural Konfederacja. Sin embargo, la unión entre PO, Tercera Vía y Lewica dio un sorpresivo número de 248 escaños.
El conservador Andrzej Duda, actual Presidente de Polonia por el PiS, intentó su última estrategia: darle al primer ministro del PiS, Mateusz Morawiecki, la primera oportunidad de buscar apoyos y formar gobierno.
Morawiecki intentó buscar apoyos, convenciendo a Konfederacja y al Partido Popular de Polonia (PSL), el cual conforma la coalición Tercera Vía aportando 28 bancas, lo cual hubiera permitido llegar a 231. Morawiecki incluso ofreció cederle el puesto de Primer Ministro a Władysław Kosiniak-Kamysz, líder de este partido de centro-derecha. Sin embargo, pese a los intentos de Morawiecki y el PiS, la fuerza rechazó la propuesta y el Sejm votó mayoritariamente en contra.
Tusk es un famoso operador de la Unión Europea y tras su expulsión de la política polaca, en 2014 asumió como Presidente del Consejo Europeo, uno de los más importantes organismos que encabeza el Ejecutivo del bloque político y económico del Viejo Continente.
La nueva coalición de gobierno reúne a un partido de centro, uno de centro-izquierda y otro de izquierda pura, por lo que, como no era de extrañar, el ejecutivo polaco tendrá una multitud de ministerios de distintos colores.
En total, Polonia tendrá un total de 26 ministerios, lo que le convierte en el ejecutivo con más ministerios de la Unión Europea. Entre las carteras más importantes, Kosiniak-Kamysz será el viceprimer ministro y el Ministro de Defensa, mientras que el izquierdista Krzysztof Gawkowski, será el segundo viceprimer ministro y Ministro de Asuntos Digitales.
La coalición formada por PO, Tercera Vía y Lewica firmó un acuerdo de 24 puntos. De los más destacables encontramos los siguientes: restaurar Estado de Derecho, anular prohibición del aborto, despolitizar medios públicos, perseguir como delitos de odio actos anti-LGBTI, separación Iglesia-Estado y restablecer la financiación de la fecundación in vitro (esta última fue la primera aprobada).
Una de las cosas que continuarán será el apoyo a Ucrania en materia económica, militar y en apoyo internacional, ya sea en buscar más sanciones en la Unión Europea o intentar forzar a los demás gobiernos europeos para que sigan apoyando a Ucrania.
En materia religiosa, el PO se considera un partido laico y quiere que Polonia sea un Estado laico. En su programa, hablan de abolir el Fondo Eclesiástico y suprimirán las notas religiosas de los certificados escolares.
Por último, hablan de suprimir las actividades económicas de parroquias, conventos y otras actividades económicas de iglesias y asociaciones religiosas, con la excepción de las actividades con fines humanitarios, caritativos y filantrópicos, asistenciales, científicos y educativos.
Sobre el tema de ideología de género, los tres partidos, con la excepción de los miembros del PSL, estarían meditando adoptar leyes para permitir que la educación sexual vuelva a las escuelas e institutos con contenido LGTB, algo que había sido prohibido por el gobierno conservador saliente. Además, el PO buscará la aprobación de las uniones civiles de personas del mismo sexo.
Asimismo, el presidente Duda, con un cargo más ceremonial, podría vetar leyes en el Sejm, una función que mantiene el Jefe de Estado de Polonia que requeriría tres quintos de la Cámara (278 escaños) para ser aprobada. Esto implica que las leyes más polémicas o que más vayan en contra de los valores conservadores podrían ser vetadas por el presidente polaco.
Muchos de los que seguían los éxitos del gobierno conservador en Polonia se preguntan, ¿por qué han perdido la mayoría? Normalmente, cuando hay una situación de guerra (como la de Ucrania y Rusia), suele ganar el partido que está en el gobierno para tener cierta estabilidad.
Sin embargo, en Polonia no ha pasado tal hecho. Una de las cosas que peor ha hecho el PiS es descuidarse de las zonas rurales, algo que Tercera Vía sí que supo aprovechar y muchos agricultores acabaron votando por esta nueva coalición “anti-grieta”.
La respuesta tardía contra el grano ucraniano fue tarde y brusca, algo que no acabó convenciendo a las personas que ya habían cambiado de opinión y tenían su voto pensado. Otra de las grandes razones fue la guerra entre Rusia y Ucrania, si bien es cierto que la mayoría de la población tiene cierto sentimiento anti-ruso y apoya a los ucranianos, el haber pasado un año y seguir gastando recursos en otro país era algo que generaba cierto malestar. Además, hay que tener en cuenta que más de 4 millones de ucranianos estaban viviendo en el país, con ciertos privilegios que el polaco de a pie no apoya.
Finalmente, una de las consecuencias que pudo haber tenido fue restringir al máximo el aborto. Polonia se convertía en el primer país de la Unión Europea a prohibir virtualmente el aborto, una medida que fue apoyada por los conservadores y católicos, pero que pudo ser demasiado extrema para la persona de centro o centro-derecha que apoyó al PiS en elecciones pasadas. De hecho, Morawiecki afirmó que esa decisión fue equivocada y que no se debería haber hecho.
En política, muchas veces hay que negociar y no apresurarse demasiado en ciertos temas candentes dentro de la sociedad. Es decir, en lugar de buscar directamente a la finalidad ideal, en ocasiones tiene un mejor resultado dar pequeños pasos para acabar consiguiéndolo. Actuar de manera brusca y directa podría tener el efecto contrario, fortaleciendo a la izquierda y empeorando la ley, como ocurrió en Polonia.
Via: derecha diario