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Eligen a Mark Rutte como jefe de la OTAN
Su nombramiento se convirtió en una formalidad luego de que su único rival para el cargo, el presidente rumano Klaus Iohannis, anunciara la semana pasada que abandonaba su candidatura.
Rutte asume un periodo en la alianza político-militar marcado por la invasión rusa a Ucrania y mientras la incertidumbre se cierne sobre el futuro de la organización dirigida por Estados Unidos, de cara a las elecciones presidenciales en ese país el próximo noviembre. Entérate aquí
El neerlandés Mark Rutte es oficialmente el nuevo secretario general de la OTAN. Los embajadores de los 32 países miembros de la Alianza sellaron su nombramiento, luego de que el pasado 20 de junio su único competidor para el cargo, el presidente de Rumania, Klaus Iohannis, se retirara de la carrera para sustituir a Jens Stoltenberg.
La Alianza es y seguirá siendo la piedra angular de nuestra seguridad colectiva. Dirigir esta organización es una responsabilidad que no tomo a la ligera. Agradezco a todos los aliados la confianza que han depositado en mí.
Espero asumir el cargo con gran vigor en octubre, como sucesor de Jens Stoltenberg, que ha proporcionado a la OTAN un liderazgo excepcional durante los últimos 10 años y por quien siempre he sentido una gran admiración”, señaló Rutte en sus redes sociales tras confirmarse su nombramiento.
Otros miembros de la alianza no se mostraron completamente satisfechos por la designación de Rutte, especialmente los países de Europa del Este que argumentaron que por primera vez el puesto debería recaer en alguien de su región.
Después de casi 14 años dirigiendo el Estado neerlandés, asumirá como secretario general de la OTAN con el mayor conflicto en décadas en suelo europeo en el centro de la agenda y las elecciones de Estados Unidos en el horizonte, que podrían marcar un giro en el funcionamiento de la Alianza.
Rutte encara el reto de mantener el apoyo de los aliados a la lucha de Ucrania contra la invasión de Moscú, al tiempo que deberá evitar que la organización transatlántica se vea arrastrada directamente a una guerra con Rusia.
Su llegada como líder de la OTAN se produce en momentos en que las tropas del Kremlin han abierto un nuevo frente de batalla en Járkiv, en el nororiente del país atacado y mientras Kiev sigue urgiendo a sus aliados occidentales a aumentar su ayuda militar para frenar el avance de las fuerzas invasoras.
Si bien Ucrania ha recibido asistencia, las mayores reticencias han estado frente a la entrega de armas de largo alcance que puedan impactar en territorio ruso y en aviones de combate para fortalecer sus defensas aéreas, campo en el que se ve en mayor desventaja frente a uno de los ejércitos más poderosos del mundo. Elevar la apuesta en esas áreas aumentaría la ira del Kremlin, justifican los países aliados, que ya han recibido amenazas por parte de Putin.
Pese a las diferencias, Kiev ha logrado un respaldo casi contundente por parte de los miembros de la OTAN, en medio de las reticencias de Hungría, cuyo primer ministro, Viktor Orban, es cercano al mandatario ruso. Pero el consenso para respaldar a la nación invadida podría verse socavado con los avances de la extrema derecha en algunos países de la Unión Europea, a su vez miembros de la OTAN, como Alemania y Francia.
Justamente, el pasado 24 de junio, el presidente del partido de ultraderecha francés, Jordan Bardella, y quien aspira a convertirse en primer ministro tras las elecciones legislativas anticipadas, cuya primera vuelta tendrá lugar el próximo 30 de junio, advirtió que de ganar los comicios descartará el envío de tropas, como lo ha propuesto el presidente Emmanuel Macron, y la entrega de armas de largo alcance al Ejército de Kiev.
Además, Rutte tendrá que lidiar con la posibilidad de que el escéptico de la OTAN, Donald Trump, regrese a la Casa Blanca después de las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo 5 de noviembre.
El posible retorno del líder republicano al Ejecutivo de la primera potencia ha suscitado tensiones para los líderes de la OTAN, ya que el expresidente ya ha puesto en duda una mayor cooperación con la Alianza, así como un eventual apoyo a otros miembros de la organización en caso de que fueran atacados.
Via: france 24