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Francia: el ministro de Salud dimite mientras la ley de migración causa divisiones en el Gobierno
La iniciativa de ley migratoria en Francia, un compromiso entre el partido centrista del presidente Emmanuel Macron y la oposición conservadora, ilustra un giro hacia la derecha en la política en gran parte de Europa. Todo en momentos en que los gobiernos intentan frenar el ascenso de la extrema derecha, con medidas más duras frente a la inmigración.
Pero la aprobación del polémico proyecto en el Parlamento francés, el martes 19 de diciembre, también mostró las dificultades que Macron encara al gobernar sin una mayoría parlamentaria, que perdió en las elecciones de junio de 2022 tras ganar un segundo periodo presidencial.
El ministro de Salud, Aurelien Rousseau, aseguró al diario ‘Le Monde’ que decidió dimitir en protesta contra la nueva normativa que fue avalada en las dos Cámaras del Legislativo y ahora solo debe ser promulgada por el jefe de Estado para su entrada en vigor.
Tras confirmarse la renuncia del titular de la cartera de Sanidad, el portavoz del Gobierno, Olivier Veran, aseguró que Rousseau no asistió a una reunión de gabinete este miércoles por la mañana y que sería reemplazado temporalmente por la ministra Agnes Firmin Le Bodo.
Interrogado sobre la agitación en el gabinete, Véran señaló que “no hay ninguna revuelta ministerial”. No obstante, Rousseau, citado por ‘Le Monde’, sostuvo: “No me es posible defender este texto”, con lo que ratificó su contundente rechazo a la medida.
Asimismo, las nuevas y controvertidas normas –entre ellas cuotas migratorias, que dificultan que los hijos de inmigrantes se conviertan en ciudadanos franceses y retrasan el acceso de los inmigrantes a las prestaciones sociales–fueron añadidas al proyecto de ley para ganar el respaldo de los legisladores de derecha con el fin de su aprobación. El aprobado proyecto de ley es cuestionada por sus disposiciones más estrictas, con las que también reduce los beneficios de asistencia social para los extranjeros.
Las nuevas directrices causaron malestar entre los legisladores del ala más cercana a la izquierda dentro de la bancada de Macron, mientras docenas se abstuvieron o dieron el visto bueno en la votación del martes. Además, la prensa local destaca que se prevén más dimisiones de ministros en respuesta a la nueva normativa.
El legislador bretón Jean-Charles Larsonneur afirmó a la radio ‘France Bleu’ que abandonaba el grupo centrista Horizons, parte de la alianza del presidente, tras señalar que la ley violaba los “valores republicanos”. “Creo que, lamentablemente, la mayoría está destrozada”, remarcó.
Incluso, la presidenta de la Cámara Baja del Parlamento, Yaël Braun-Pivet, que votó a favor de la iniciativa de ley, indicó a ‘BFM TV’ que estaba “terriblemente molesta” por parte de su contenido, en particular por retrasar el acceso a las prestaciones sociales para los inmigrantes con hijos. Los considerados políticos rebeldes en el partido de Macron podrían debilitar aún más su control en el Legislativo y complicar el resto de su mandato de cinco años.
Apenas seis meses antes de las elecciones al Parlamento Europeo, en las que la inmigración será un asunto clave, la adopción del proyecto de ley en Francia también podría impulsar a la dos veces candidata presidencial Marine Le Pen, quien calificó el proyecto de ley modificado como “una gran victoria ideológica” para su partido de extrema derecha.
No obstante, en declaraciones a la estación de radio ‘France Inter’, la primera ministra Élisabeth Borne indicó que el proyecto de ley responde a las preocupaciones del pueblo francés sobre la seguridad y la inmigración, al tiempo que rechazó hablar de una crisis al interior del Gobierno.
“Hemos hecho nuestro trabajo, queríamos un texto con medidas útiles que nuestros ciudadanos pedían (…) Ahora sigamos adelante”, señaló Borne. La premier también afirmó que el Gobierno pedirá al Consejo Constitucional que revise el proyecto de ley adoptado. Esto abre la puerta a que el consejo derogue algunas de las medidas más estrictas si las considera inconstitucionales.
Según la oficina de estadísticas INSEE, la proporción de inmigrantes en la población francesa ha crecido constantemente a lo largo de las décadas. El número de inmigrantes en Francia era del 5% en 1946, alcanzó el 7,4% en 1975 y el 8,5% en 2010. Y hasta poco llegó a más del 10% de la población, 2,5 millones de personas, en 2022. Cerca de una tercera parte se ha convertido en ciudadanos franceses.
Otros gobiernos de toda Europa también han optado por políticas migratorias más estrictas. De hecho, este miércoles 20 de diciembre la Unión Europea (UE) llegó a un acuerdo para reformar sus normas de migración y asilo para tratar de limitar el número de nuevos inmigrantes.
Via: france 24