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Georgia: el divisivo proyecto de ley sobre “agentes extranjeros” se convierte en ley

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Se convierte en ley la iniciativa sobre “agentes extranjeros” en Georgia, que causó revuelo y protestas.

Shalva Papuashvili, presidente del Parlamento del país, firmó este lunes 3 de junio la legislación después de que la legislatura, controlada por el partido gobernante Sueño Georgiano, desestimara el veto de la presidenta Salomé Zourabichvili.

El proyecto, que fue aprobado por el Legislativo el mes pasado, plantea que los medios de comunicación, las organizaciones no gubernamentales y otros grupos sin fines de lucro se registren como entidades “que persiguen los intereses de una potencia extranjera” si reciben más del 20% de su financiación del exterior.

Papuashvili reafirmó después de firmar el proyecto de ley que su principal objetivo es “aumentar la resistencia de los sistemas políticos, económicos y sociales de Georgia a la interferencia externa”. “Si las organizaciones no gubernamentales y los medios de comunicación quieren participar en el proceso de toma de decisiones e influir en la vida del pueblo georgiano con financiación de gobiernos extranjeros, deben cumplir con el estándar mínimo de transparencia: el público debe saber quién está detrás de cada actor”, agregó.

La mandataria Zourabichvili, que cada vez está más en desacuerdo con el partido gobernante, lo vetó, acusando a esa bancada de poner en peligro el futuro del país y “obstaculizar el camino para convertirse en un miembro pleno del mundo libre y democrático”. Los defensores de la norma al interior del Gobierno sostienen que la ley es “necesaria” para frenar lo que considera “actores extranjeros dañinos” que intentan desestabilizar a la nación del Cáucaso Sur de 3,7 millones de habitantes.

El primer ministro Irakli Kobakhidze volvió a desestimar este lunes las críticas como “emociones innecesarias que solo tenían una base artificial”. “Ahora la ley ya ha entrado en vigor y todos tenemos que actuar de forma pragmática, con la mente fría y dejando de lado las emociones innecesarias”, sostuvo el premier.

Numerosos periodistas y activistas georgianos aseguran que el verdadero objetivo del proyecto de ley es estigmatizarlos y restringir el debate antes de las elecciones parlamentarias, previstas para el próximo octubre. Los opositores han denunciado la legislación como “la ley rusa”, debido a que se asemeja a las medidas impulsadas por el Kremlin para reprimir a los medios de comunicación independientes, las organizaciones sin fines de lucro y los activistas.

Los críticos también señalan que la medida puede haber sido impulsada por Moscú para frustrar las posibilidades de Georgia de tener una mayor integración con Occidente. Durante el fin de semana, el opositor Movimiento Nacional Unido señaló que una multitud de hombres enmascarados atacó sus oficinas centrales en Tbilisi, rompiendo ventanas y dañando propiedades. El Ministerio del Interior ha abierto una investigación por daños materiales.

La polémica legislación es casi idéntica a otra que el partido gobernante se vio obligado a retirar el año pasado tras masivas protestas en las calles. Nuevas manifestaciones volvieron a apoderarse de Georgia cuando el proyecto de ley se abrió paso por el Parlamento esta vez. Los manifestantes se enfrentaron a la Policía, que utilizó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersarlos.

La rama de política exterior de la Unión Europea ha señaladdo que la adopción de la ley “afecta negativamente el progreso de Georgia en el camino de la UE”. La UE ofreció a Georgia el estatus de candidato en diciembre pasado, al tiempo que dejó en claro que Tbilisi necesita implementar recomendaciones políticas clave para que su intento de adhesión avance. Tras la aprobación parlamentaria del proyecto de ley el mes pasado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció que se impondrían sanciones de viaje a los funcionarios georgianos “que sean responsables o cómplices de socavar la democracia en Georgia”.

Sin embargo, Washington también expresó su esperanza de que el Gobierno georgiano cambie de rumbo y “tome medidas para avanzar con las aspiraciones democráticas y euroatlánticas de su nación”. La Fundación de la Sociedad Civil de Georgia, un grupo no gubernamental, anticipó el pasado jueves 30 de mayo que se estaba preparando para impugnar la legislación en el tribunal constitucional del país.

Via: fracne 24