Irán al borde del colapso: Teherán podría quedarse sin agua potable en semanas

Irán enfrenta una de las peores crisis hídricas de su historia. La combinación de una sequía de medio siglo, temperaturas extremas que superan los 48°C en el sur del país y décadas de mala gestión han llevado a los embalses de Teherán al borde del agotamiento. La presión del agua ha disminuido al punto que muchos edificios no reciben el recurso más allá del segundo piso.

El gobierno ha comenzado a cerrar oficinas públicas dos veces por semana para reducir el consumo, pero las medidas llegan tarde. Las interrupciones del servicio superan las 48 horas y en muchos hogares solo hay agua durante breves momentos al día. La compra de tanques se ha disparado, pero no todos acceden a agua segura: en algunos casos, camiones cisterna distribuyen agua de mar contaminada.

Los expertos advierten que la gobernanza hídrica y energética deben reformarse integralmente. La desigualdad agudiza la crisis: los barrios ricos tienen más opciones para almacenar agua, mientras que las poblaciones pobres sufren sin acceso a servicios básicos.

La presión social crece. Manifestaciones en varias ciudades denuncian la falta de agua y luz como una violación de derechos fundamentales. El colapso de acuíferos provoca hundimientos de terreno, y antiguos humedales se han transformado en desiertos de polvo. Según el Ministerio de Energía, las precipitaciones han caído a la mitad en cinco años.

Con Teherán y otras ciudades al límite, Irán se enfrenta no solo a una emergencia climática, sino también a una crisis de gobernabilidad. El colapso hídrico podría tener consecuencias sociales, económicas y políticas profundas en toda la región.

Vía: Infobae