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Irán: Armita Geravand con muerte cerebral; condenan a periodistas que cubrían el caso Amini
Armita Geravand podría sufrir el mismo destino que Mahsa Amini en Irán, temen organizaciones defensoras de los Derechos Humanos. Geravand, adolescente iraní de 16 años, ingresó al metro el 1 de octubre con el cabello descubierto. Según mostraron las imágenes de las cámaras de seguridad, fue sacada del vagón inconsciente antes de ser llevada al hospital. Desde entonces, la joven ha estado en coma.
Asociaciones de defensa de Derechos Humanos acusan a la policía de la moral, encargada de hacer respetar el código de vestimenta, de haber golpeado gravemente a la joven por no llevar el velo puesto. Las autoridades iraníes niegan esta versión.
Las imágenes publicadas de la cámara de seguridad muestran exclusivamente el momento en el que Armita Geravand entró y luego fue sacada del transporte público. “Los más recientes informes del estado de salud de Geravand indican que la condición de muerte cerebral parece certera, pese a los esfuerzos del equipo médico”, reportó IRNA, la agencia de noticias del Estado iraní.
Por su parte, la organización kurdo-iraní ‘Hengaw’ compartió las declaraciones de Bahman Geravand, padre de la adolescente: “El equipo médico de Armita nos informó que su cerebro ya no está funcionando y que no hay esperanza de que se recupere”. Bahman Geravand no aludió explícitamente a la muerte cerebral, pero indicó que el estado de salud de su hija no ha mejorado desde que fue admitida en el hospital.
La hospitalización de Armita Geravand “revela una severa violación de sus libertades civiles, incluído su derecho a la libertad de decisión y de opiniones personales. Su decisión de no vestir el velo resultó en daño físico, constituyendo una violación de sus derechos fundamentales”, declaró ‘Hengaw’.
En Irán, régimen teocrático desde 1979, el uso del velo islámico es obligatorio para las mujeres. Desobedecer a las leyes del código de vestimenta implica desde multas hasta arrestos. En septiembre de 2022, la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, joven kurdo-iraní de 22 años, fue el detonante de un movimiento masivo de protestas lideradas por mujeres, que recaudó apoyos alrededor del mundo.
Un tribunal revolucionario iraní sentenció a 13 y 12 años de prisión a las periodistas Niloofar Hamedi y Elaheh Mohammadi, que le dieron cobertura a la muerte de Mahsa Amini. Ambas llevaban ya más de un año detenidas.
Hamedi fue arrestada después de fotografiar a los padres de Amini abrazándose en el hospital de Teherán, cuando su hija estaba en coma. Fue la primera periodista en dar la noticia de su muerte. A Mohammadi la detuvo la policía después de haber cubierto el funeral de la joven en el pueblo kurdo de Saqez, epicentro de las protestas.
“Cada una recibió siete y seis años de prisión respectivamente por colaborar con el gobierno enemigo de Estados Unidos. Además, cinco años cada una por actuar contra la seguridad nacional y un año por hacer propaganda contra el sistema”, reportó IRNA.
Los abogados de las periodistas apelaron las sentencias. Si se confirman, el tiempo que ambas ya han pasado en prisión sería descontado de sus condenas, informó el medio oficial iraní Mizan, que cubre noticias judiciales.
El enviado especial de Estados Unidos para Irán, Abram Paley, dijo que Hamedi y Mohammadi nunca debieron ser arrestadas. “El régimen iraní encarcela a periodistas porque teme la verdad”, compartió en X, antiguo Twitter. Reporteros sin Fronteras denunció las “sentencias abusivas”, y describe a Irán como uno de los países “más represivos del mundo” frente a la libertad de prensa.
Via: france 24