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Japón: aumentan a más de 100 fallecidos y 200 desaparecidos las víctimas por el terremoto

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El pasado día de Año Nuevo, Japón se vio sacudido por un terremoto de magnitud 7,6 en su costa oeste, convirtiéndose en la peor tragedia del país en casi ocho años. Este sábado los estragos del sismo alcanzaron más de 100 personas fallecidas y más de 200 aún desaparecidas, según las autoridades. Mientras los rescatistas trabajan incansablemente para liberar a aquellos que aún están atrapados entre los escombros. Entérate aquí

La destrucción de la infraestructura en la región de Hokuriku dejó a 23,000 hogares sin electricidad. La búsqueda de supervivientes bajo edificaciones colapsadas se ha prolongado durante seis días, mientras más de 30,000 evacuados esperaban desesperadamente la ayuda.

En Wajima y Anamizu, ciudades afectadas, se confirmaron 16 muertes adicionales este sábado, elevando la cifra total a 110, según informó la agencia ‘Kyodo’, citando al gobierno de la prefectura de Ishikawa. Inicialmente, se registraron 98 muertes antes de que se confirmaran dos fallecimientos adicionales en Anamizu. La reducción a 211 de personas desaparecidas fue una leve mejora desde hace dos días.

Las autoridades en Ishikawa informaron que 59 fallecidos se encontraban en Wajima y 23 en Suzu, mientras que el resto se distribuyó en cinco localidades vecinas. Más de 500 personas resultaron heridas, 27 de ellas de gravedad.

Las complicaciones en las carreteras y otros obstáculos han obstaculizado la entrega de suministros de socorro. El primer ministro, Fumio Kishida, reconoció la magnitud de los daños y urgía a los funcionarios a acelerar los esfuerzos para restablecer las carreteras dañadas, permitiendo así una mayor actividad de rescate.

Las Fuerzas de Autodefensa de Japón planean aumentar el personal de rescate en 400, llegando a 5,400, para superar los desafíos que impiden la entrega de ayuda. En medio de deslizamientos de tierra y grietas en las carreteras, comunidades enteras en la prefectura de Ishikawa quedaron aisladas.

A pesar de las dificultades, algunos sobrevivientes fueron rescatados después de días de angustia. Un hombre mayor fue sacado 72 horas después del inicio de los temblores en la costa oeste de Japón. En otro rescate, una hija gritaba “Papá, papá” mientras los bomberos llevaban al hombre en una camilla, elogiándolo por su resistencia.

A pesar de este rayo de esperanza, la situación es sombría. El número de desaparecidos disminuyó a 211 el sábado, aunque había aumentado en días anteriores. Masashi Tomari, un ostricultor de 67 años, describió a la agencia de noticias ‘Associated Press’ las dificultades de dormir en el suelo con solo una manta en un lugar extremadamente frío. Aunque la ayuda llegó con estufas, cinco días después del terremoto, las condiciones seguían siendo desafiantes.

En medio de la devastación, también se rescató a un hombre mayor en Suzu, una de las zonas más afectadas. Su rescate 72 horas después del terremoto fue un rayo de esperanza entre la tragedia. El mismo día, otra historia de supervivencia surgió cuando rescataron a una mujer con 90 años con vida 5 días después del mortal terremoto. A pesar de la tristeza que envuelve a Japón, estos momentos de esperanza refuerzan la resiliencia de la comunidad ante la adversidad.

Los desastres desencadenados, incluyendo incendios, tsunamis y deslizamientos de tierra, han dificultado el acceso a las comunidades afectadas, generando preocupaciones sobre la falta de suministros esenciales como agua, alimentos y medicinas. Estados Unidos anunció una ayuda inicial de $100,000, con mantas, agua y suministros médicos, y el beisbolista de los Dodgers, Shohei Ohtani, también contribuyó a la ayuda para la región de Noto.

El Instituto de Investigación de Terremotos de la Universidad de Tokio reveló desplazamientos en la costa de hasta 250 metros hacia el mar en el oeste de Japón debido al sismo. A pesar de las adversidades, la determinación de reconstruir ya estaba presente entre los afectados. Sachiko Kato, dueña de una tienda de ropa en Anamizu, expresó la posibilidad de esforzarse por reconstruir, a pesar de la pérdida de muchas tiendas en la calle.

Mientras los centros de evacuación en Wajima se llenaban de desplazados en búsqueda de elementos esenciales, como comida y agua, algunos residentes encontraron refugio en una opción más privada: dormir en sus automóviles.

Yutaka Obayashi, de 75 años, y su esposa Akiko, de 73, vieron su hogar de madera destruido por los terremotos del 1 de enero. Después de pasar una noche en un improvisado centro comunitario de evacuación, tomaron la decisión de regresar a casa y descansar en su pequeño vehículo de pasajeros.

Ayuko Noto, sacerdotisa en el santuario Juzo de Wajima, con una historia de 1,300 años, también eligió dormir en su automóvil junto con su familia, a pesar de que su hogar resistió los terremotos. Esta elección se hizo con la esperanza de resguardarse ante posibles terremotos futuros y la amenaza de olas de tsunami.

A pesar de las advertencias meteorológicas sobre fuertes nevadas en la región desde el domingo hasta el lunes temprano, lo que podría provocar desastres secundarios como deslizamientos de tierra, algunos residentes optaron por esta alternativa más aislada. Los temblores sísmicos persisten, evidenciados por un sismo de intensidad 5 registrado en la ciudad de Anamizu.

Via: france 24

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