La científica china Shi Zhengli está dispuesta a abrir las puertas del controvertido laboratorio de la ciudad china de Wuhan para descartar las acusaciones de que fue allí donde se creó el coronavirus.
La declaración sorpresa de la profesora Shi Zhengli a la BBC se produce cuando un equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se prepara para viajar a Wuhan en enero para hacer una investigación sobre los orígenes del virus SARS-CoV-2.
Lugar inaccesible
El remoto distrito de Tongguan, en la provincia suroccidental china de Yunnan, es de difícil acceso en el mejor de los casos. Cuando un equipo de la BBC intentó visitarlo recientemente, fue imposible.
Encontramos obstáculos en nuestro camino, incluido un camión “averiado”, que los lugareños confirmaron que había sido colocado al otro lado de la carretera unos minutos antes de nuestra llegada.
Y nos encontramos con puestos de control en los que hombres no identificados nos dijeron que su trabajo era mantenernos fuera.
A primera vista, todo esto podía parecer un esfuerzo desproporcionado dado nuestro destino previsto, una mina de cobre abandonada y anodina en la que, en 2012, seis trabajadores sucumbieron a una misteriosa enfermedad que finalmente se cobró la vida de tres de ellos.
Pero la pandemia de covid-19 le ha dado un nuevo significado a su tragedia, que de otro modo casi con certeza se habría olvidado en gran medida.
Esas tres muertes están ahora en el centro de una importante controversia científica sobre los orígenes del virus y la cuestión de si provino de la naturaleza o de un laboratorio.
Y los intentos de las autoridades chinas de evitar que lleguemos al sitio son una señal de lo duro que están trabajando para controlar la narrativa.
Investigación
Durante más de una década, las colinas onduladas cubiertas de jungla en Yunnan, y los sistemas de cuevas en su interior, han sido el foco de un gigantesco estudio científico de campo.
El estudio ha sido dirigido por la profesora Shi Zhengli, del Instituto de Virología de Wuhan (IVW).
Descubre el SARS
La profesora Shi ganó elogios internacionales por su descubrimiento de que la enfermedad conocida como SARS, que mató a más de 700 personas en 2003, fue causada por un virus que probablemente provenía de una especie de murciélago en una cueva de Yunnan.
Desde entonces, la profesora Shi, conocida como la “Batwoman de China”, ha estado a la vanguardia de un proyecto para tratar de predecir y prevenir nuevos brotes de este tipo.
Al atrapar murciélagos, tomarles muestras de heces y luego llevar esas muestras al laboratorio en Wuhan, a 1.600 km de distancia, el equipo detrás del proyecto ha identificado cientos de nuevos coronavirus de murciélago.
Pero el hecho de que Wuhan sea ahora el hogar de la principal instalación de investigación de coronavirus del mundo, así como la primera ciudad devastada por un brote pandémico de uno nuevo y mortal, ha alimentado las sospechas de que las dos cosas están conectadas.
El gobierno chino, el IVW y la profesora Shi han desestimado con enojo la acusación de que el virus haya salido del laboratorio de Wuhan, sin embargo Shi dijo “Les daré la bienvenida al IVW.
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