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La científica de Oxford que es optimista frente a la crisis climática
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La científica de datos Hannah Ritchie solía creer lo mismo. De adolescente, temía que la devastación del planeta por la humanidad -en todas sus formas desde el cambio climático hasta la deforestación y pesca extrema- planteaba una serie de problemas insolubles.
Sus estudios de carrera, iniciados a la edad de 16 años en la Universidad de Edimburgo, sólo parecían confirmar esas preocupaciones. “Solía estar convencida de que no había un futuro para el cual vivir”, escribe ahora a los 30 años en su primer libro, Not the End of the World (No es el fin del mundo). Hoy en día, Ritchie piensa diferente. Sigue preocupada por la trayectoria que sigue el mundo, pero cree que hay esperanza de que la humanidad pueda revertir su curso.
Como subeditora de Our World in Data (una publicación científica que analiza problemas globales basada en la Universidad de Oxford) e investigadora en esa universidad, destaca los desarrollos y estadísticas que cuentan una historia más positiva, desde el mejoramiento de la calidad del aire hasta el aumento en la venta de vehículos eléctricos.
Ritchie conversó con BBC Future Planet sobre cómo cambió su pensamiento, por qué el mundo podría estar llegando a su “punto máximo de contaminación”, y las maneras en las que podría asegurarse un futuro más sustentable.
¿Qué hizo que cambiaras de parecer sobre el futuro de la humanidad? Y, ¿por qué crees ahora que los pronósticos “catastróficos” no inspiran acción?
El cambio climático siempre ha sido parte de mi vida y siempre me ha preocupado, aún de niña. Eso empeoró cuando fui a la universidad, porque estudié ciencias del medio ambiente y todas las tendencias iban definitivamente en la dirección equivocada. En esa época sentí mucha ansiedad, desesperanza y que esos problemas eran completamente insolubles.
El punto de inflexión clave para mí sucedió al descubrir el trabajo del médico y estadístico sueco Hans Rosling. De estudiante, supuse que todas las medidas del bienestar humano, como la pobreza, mortandad y hambre globales, también estaban empeorando al tiempo que las ambientales. Pero Rosling daba charlas TED donde mostraba, por medio de datos, que el mundo había cambiado para bien a lo largo de los últimos siglos.
Así que me pregunté: ¿podemos hacer ambas cosas al mismo tiempo? ¿Podemos continuar mejorando el bienestar humano al tiempo que reducimos el impacto al medio ambiente? Y, durante los últimos 10 años, de acuerdo a los datos ambientales, ha habido señales para ser cautelosamente optimista. No es seguro que lo logremos, pero creo que tenemos la oportunidad de hacerlo.
El problema con el pesimismo catastrófico no es que la gente piense que el cambio climático sea realmente un problema grave, porque yo pienso lo mismo. Es la idea de que ya sea demasiado tarde para hacer algo al respecto.
Creo que la ciencia es muy clara en cuanto a que nunca es demasiado tarde; los impactos del cambio climático van a lo largo de un espectro y dónde llegaremos a caer en ese espectro depende de lo que hagamos hoy. Entre más acción tomemos, más limitaremos el daño climático.
La sensación de que “es demasiado tarde” sólo conduce a la inacción y la parálisis. Y yo sé, por haber sentido lo mismo en el pasado, que en realidad no me hizo muy efectiva en progresar con las soluciones.
Tus análisis de los datos te han dado esperanza de un posible futuro más verde. ¿Cuál crees que ha sido el mayor ejemplo de la habilidad de los humanos para lograr cambios positivos?
En su momento, la capa de ozono fue un problema relacionado con el cambio climático, pero hoy ya no hablamos de eso porque es un problema que resolvimos. Redujimos las emisiones de gases que afectan el ozono en más de 99%.
Nos queda fácil mirar atrás y decir que eso era inevitable. Pero creo que la gente que trabajaba en eso entonces, enfrentaba una oposición realmente fuerte de parte de los gobiernos, así como de la industria, que negaban que fuera un problema. Puedes ver muchos paralelos entre eso y el cambio climático actual. Otro ejemplo es la lluvia ácida. Ese era un gran problema ambiental grande que, especialmente en Europa y América del Norte, se ha enfrentado de buena manera.
Con respecto a la contaminación del aire en general, mientras que sigue siendo un grave problema de salud, hemos visto progreso. En los países ricos, en particular, las medidas públicas han sido muy efectivas en bajar los niveles de contaminación atmosférica. Y China ha logrado reducir dramáticamente sus niveles en muchas ciudades en un corto período de tiempo.
Via: bbc