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La Legislatura de Florida aprobó una ley para desalojar a los que usurpen viviendas
La Legislatura de Florida aprobó de manera unánime, algo que no ocurría en varias décadas, un proyecto de ley que habilita a propietarios a desalojar a inquilinos que se hayan instalado de manera permanente y sin autorización dentro de una vivienda sin consentimiento del propietario de la misma.
Mediante el proyecto legislativo apodado “HB 621”, los propietarios se encontrarán autorizados a requerir inmediata asistencia de las fuerzas de seguridad para desalojar a aquellos inquilinos cuyos plazos de alquiler hayan sido superados y usurpen de manera ilegal la propiedad en cuestión.
A diferencia de otras leyes de desalojo como la de Nueva York, la nueva ley de Florida pone el énfasis en los derechos de los propietarios y no de aquellos que las usurpan ilegalmente, poniendo fin a una problemática que estaba aquejando al estado, como consecuencia de la masiva ola de inmigrantes que está dejando entrar Joe Biden al país.
En un primer aspecto, la ley reconoce la falta de derechos que poseen los usurpadores de viviendas por sobre las mismas en todos sus sentidos, para así agilizar los trámites y procedimientos de un desalojo en el caso de que sea necesario.
Con el objetivo de reducir los índices de criminalidad cometidos por aquellos que buscan instalarse de forma ilegítima en una vivienda que no les pertenece, los locadores o quienes designen como autorizados, tendrán la opción de contactarse con el sheriff para proceder con el correspondiente desalojo de los locatarios, a quienes se les haya pasado el plazo de estadía y amenacen con instalarse de forma maliciosa.
Dentro de la ley, sin embargo, se establecen algunas condiciones para llevar a cabo el desalojo con la ayuda de las fuerzas policiales, como por ejemplo la condición de que se haga presente y solicite la ayuda el legítimo propietario o incluso su apoderado con autorización.
Otras condiciones aclaran que debe haber en disputa una vivienda residencial en la cual los inquilinos hayan prolongado su estadía no autorizada de manera indefinida, así como también el ingreso de personas que no tienen que ver con el negocio inmobiliario pre-acordado.
Para proceder con el desalojo, los locadores que tengan las intenciones de expulsar a los inquilinos que actúen de mala fe deben presentar primero una solicitud requiriendo el desalojo adjuntando la titularidad de la propiedad, así como también el hecho por el cual están solicitando el desalojo. A su vez, la solicitud deberán realizarlo ante la oficina del sheriff correspondiente al condado en el cual se encuentra la vivienda.
Por su parte, la ley también estipula que el propietario que realiza la solicitud para expulsar al locatario se encuentra en conformidad con el hecho de que toma conciencia de que el expulsado podrá tomar acciones legales contra el mismo en caso de que la denuncia que haya realizado posea elementos que carezcan de verosimilitud.
Al convertir la usurpación de viviendas un crimen, la ley estipula penas correspondientes a los distintos tipos de ocupación. Para el cargo de usurpación ilegal de terrenos, viviendas que además cuenten con la destrucción de propiedad de superados los 1,000 dólares, el nuevo proyecto legislativo estipula que se encuadrará bajo el supuesto de delito en segundo grado, lo cual puede asegurar penas de hasta 15 años de prisión y fianzas de hasta 15,000 dólares.
Los residentes del estado de Florida han festejado la aprobación de esta ley en el Congreso, que ahora se encuentra en el escritorio del gobernador Ron DeSantis para ser firmada y promulgada. La misma beneficia a aquellos propietarios que han sufrido en los últimos años los vacíos legales que permitían a los usurpadores mantenerse dentro de las viviendas ocupadas, mientras que los propietarios no podían tomar acciones contra los mismos.
A diferencia de otros estados como Nueva York, en el cual los usurpadores comienzan a poseer derechos por sobre la vivienda pasados los 30 días de la usurpación, la ley de Florida garantizará que el período de tiempo no sea un impedimento para realizar un desalojo. El ejemplo de Nueva York es mucho más extremo incluso, debido a que pasado ese período, los propietarios no pueden realizar acciones como el cambio de cerradura o el despojo de pertenencias personales de los inquilinos ilegales, lo cual prácticamente les otorga los derechos por sobre la propiedad a los criminales. Via: derecha diario