La presidente de la Comisión Europea saludó a Milei

Tras la contundente victoria de Javier Milei con el 56% del respaldo popular, la presidente de la Comisión Europea Ursula von der Leyen lo felicitó públicamente, y volvió a remarcar el objetivo de avanzar en un acuerdo de libre comercio con el Mercosur lo más pronto posible.

Se trata de un acuerdo que originalmente fue previsto en la década de 1990 durante el Gobierno de Carlos Menem, pero las negociaciones fueron interrumpidas con la llegada de distintos Gobiernos del “socialismo del siglo XXI” tanto en Brasil como en Argentina a partir de 2003.

El principal obstáculo del acuerdo en América Latina es la posición proteccionista del presidente socialista Lula da Silva, mientras que desde el punto de vista europeo se exigen regulaciones vinculadas al cambio climático, y Francia expone su frontal negativa por abrir la competencia para el sector agrícola (fuertemente protegido y subsidiado en la UE).

Aun con todo esto, sin la negativa que había planteado Massa la posición de Lula se debilita, y la posición francesa se enfrenta a la vocación más bien aperturista de países como Alemania, Holanda y Bélgica, entre otros.

El Presidente electo Javier Milei dejó en claro su posición negativa al respecto del Mercosur, alegando que provoca desvíos comerciales innecesarios. Esto se debe a que la protección y desprotección selectiva entre países altera el flujo normal del comercio, abaratando artificialmente ciertos bienes y servicios que si fueran tratados por igual para todos los países, no entrarían en el país porque no podrían competir.

Con la postura de Milei, ahora ya son 3 socios del Mercosur los que proponen abrir la posibilidad de negociar acuerdos bilaterales por cuenta propia, tal y como lo expresaron Santiago Peña en Paraguay y Luis Lacalle Pou en Uruguay.

De lo contrario, el Mercosur seguirá provocando desvíos de comercio, agravados por las elevadas tarifas arancelarias que se imponen para los bienes de la extra-zona (que pueden alcanzar hasta el 35%).

La última rebaja del AEC del Mercosur fue impulsada por el presidente Jair Bolsonaro, precisamente para desalentar la proliferación de los desvíos de comercio. Cuanto más bajo es el AEC, menor es el trato desigual que se aplica para las importaciones de distintos países. Pese a todo, la frontal negativa de Alberto Fernández boicoteó la mayor parte de la apertura, y solo se consiguió una rebaja del 10%.

Via: derecha diario