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Las encíclicas de Francisco complican el ingreso de Becciu al cónclave

Giovanni Angelo Becciu, ex alto funcionario del Vaticano y primer cardenal condenado penalmente por un tribunal vaticano, busca participar en el próximo cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, a pesar de las cartas firmadas por el Pontífice que solicitan su exclusión.
Becciu, de 76 años, fue condenado en 2023 a cinco años y medio de prisión e inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos en la Santa Sede, tras ser hallado culpable de malversación de fondos relacionados principalmente con la compra irregular de un edificio de lujo en Londres.
La operación financiera representó pérdidas millonarias para el Vaticano y fue vista como un obstáculo grave en los esfuerzos de reforma que emprendió Francisco para sanear las finanzas de la Iglesia.
Además del escándalo inmobiliario, Becciu es culpable de haber desviado dinero destinado a obras de caridad para beneficiar a su familia y de haber autorizado pagos dudosos a una consultora, presuntamente para liberar a una monja secuestrada en África, aunque la mayor parte de esos fondos se usaron para gastos personales.
Pese a su condena, Becciu mantiene el título de cardenal y, por tener menos de 80 años, técnicamente cumple uno de los requisitos para participar en el cónclave. No obstante, medios italianos como Domani y La Nación de Argentina revelaron que el papa Francisco dejó dos cartas: una en 2023 y otra en marzo de este año, poco antes de su fallecimiento, en las que expresa su voluntad explícita de excluirlo de la votación papal.
El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, fue quien mostró las cartas a Becciu, complicando así su insistencia en participar. Según los reportes, el camarlengo Kevin Farrell también habría recibido instrucciones directas de Francisco para impedir la entrada del purpurado al cónclave.
En declaraciones recientes, Becciu ha defendido su derecho a estar presente, asegurando que “no existe impedimento formal ni legal” para su participación y que, en todo caso, serán sus “hermanos cardenales” quienes deberán decidir.
El cardenal también aseguró que en una reunión de enero de este año, el propio Francisco le había dicho que “había encontrado una solución” para su situación, aunque posteriormente no hubo más comunicación.
La participación de Becciu en el cónclave genera fuertes tensiones dentro de la Iglesia, en un momento en que la transparencia y la ética son temas centrales para el futuro de la institución. La fecha del cónclave aún no ha sido anunciada oficialmente, pero ya comenzaron las congregaciones generales de los cardenales en Roma, donde Becciu ha sido visto entre los participantes.