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Las inundaciones en Texas suman 120 muertos mientras continúan las labores de rescate
El saldo de esta catástrofe reafirma la urgencia de reforzar los mecanismos de alerta, respuesta y previsión en una de las regiones con mayores riesgos hidrometeorológicos del sur de Estados Unidos.

El número de muertos en el estado de Texas aumentó a 120, en medio de una de las peores tragedias naturales de los últimos años tras las devastadoras inundaciones en la región central.
El número de personas fallecidas, si bien parecía aumentar aceleradamente en los primeros días, comenzó a estabilizarse desde la noche del miércoles 9 de julio, una señal que, según autoridades, expone las dificultades que enfrentan los equipos de rescate al intentar localizar a los desaparecidos entre los escombros y zonas inundadas.
“Seguimos removiendo escombros y supervisando cada área afectada. La esperanza no se pierde, pero la realidad es dura”, afirmó Lamb. En tanto, la comunidad local enfrenta la tarea de regresar a propiedades devastadas y comenzar a dimensionar los daños personales y materiales.
Uno de los puntos más golpeados por la crecida del río Guadalupe fue el Camp Mystic, un centro cristiano para niñas donde el agua sorprendió a las instalaciones durante la madrugada. El impacto de la tragedia se sintió con fuerza entre familiares y vecinos, mientras equipos de rescate continúan las búsquedas en la zona.
Una residente, madre de una de las menores desaparecidas, declaró al medio local Texas Public Radio: “No puedo entender cómo esto pasó tan rápido. Estábamos dormidos y, cuando reaccionamos, el nivel del agua ya cubría todo”.
La tragedia en los campamentos a orillas del río genera cuestionamientos sobre la preparación de las autoridades y la capacidad de respuesta ante emergencias de esta magnitud.
El desastre se produce en plena controversia sobre la administración de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA). El miércoles, Kristi Noem, titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), anunció en una intervención que el gobierno planea una profunda reestructuración del organismo.
“Estamos cortando con la burocracia de la antigua FEMA, simplificando y haciendo que funcione de acuerdo con su visión”, expresó Noem según declaraciones recogidas por la AP. En ese sentido, subrayó que la respuesta comunitaria frente al desastre demuestra que “Dios nos creó para cuidarnos unos a otros”.
Líderes comunitarios esperan que la presencia del mandatario impulse la llegada de recursos adicionales o, al menos, mantenga la atención pública sobre el drama.
Mientras tanto, habitantes de Kerr y otros condados afectados por las inundaciones regresan a sus hogares para comprobar la magnitud de los daños. Escuelas, hospitales y comercios permanecen afectados, y la actividad cotidiana en la región enfrenta interrupciones severas.
“Cuando pase el estado de shock, habrá que preguntarse si la tragedia se pudo evitar”, señaló un portavoz local.
Via: infobae