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Lukashenko reelegido presidente de Bielorrusia con el 87% de los votos
Los comicios son considerados una “farsa” por la oposición en el exilio.
Las urnas se abrieron para la primera elección presidencial en el país desde 2020, cuando Lukashenko reprimió las grandes protestas contra su mando tras una elección que opositores y Occidente consideraron fraudulenta.
Los principales adversarios políticos del gobernante están actualmente encarcelados o exiliados.
Lukashenko, de quien algunos sospechan que quiere pasar el poder a unos de sus tres hijos, desmintió el rumor. Su hijo más joven, Nikolai, “ni en su peor pesadilla soñaría” en convertirse en presidente y “ninguno de mis hijos podría”, aseguró a la prensa.
Los candidatos en la votación del domingo fueron escogidos para darle a los comicios un aire de democracia, y pocos saben quiénes son. La UE, los detractores de Lukashenko y los oenegés de defensa de los derechos humanos ya afirmaron que estos comicios son un montaje.
En Minsk, Nadejda Gujalovskaia, una jubilada de 74 años, que se presenta como “patriota”, dijo que votaba “por primera vez en 20 años”. Como muchos electores, ante la ausencia de otras alternativas, votaron por Lukashenko. “No quiero un Maidán”, explicó, en alusión a la revolución prodemocracia de 2014 en la capital ucraniana.
“Tal vez no todo sea perfecto, que no seamos una democracia…”, dice, sacando un tema tabú en un contexto muy represivo contra las voces críticas. El viernes en un discurso a sus seguidores, Lukashenko calificó las protestas de 2020 “como una vacuna” que impiden que algo así vuelva a ocurrir.
“Todos nuestros opositores y enemigos deben entenderlo: no tengan esperanza, nunca se repetirá lo que tuvimos en 2020”, declaró en un estadio de la capital Minsk. En aquellas protestas, decenas de millas de personas salieron a la calle para denunciar unas elecciones amañadas.
Con el apoyo de su aliado ruso Vladimir Putin, consiguió mantenerse en el poder mediante arrestos, violencia y duras penas de prisión contra opositores, periodistas, cooperantes o simplemente manifestantes.
Según la ONU, más de 300,000 bielorrusos, de una población de nueve millones, han huido por razones políticas, principalmente a Polonia.
Frente a esta represión, los países occidentales han impuesto una serie de sanciones a Bielorrusia, lo que ha llevado a Lukashenko a acelerar su acercamiento al Kremlin y abandonando su estrategia equilibrada entre Moscú y Occidente.
Vía: afp