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Macron reafirma posibilidad de enviar tropas a Ucrania; EE. UU. acusa a Rusia de usar armas
Para el presidente francés, Emmanuel Macron, el posible envío de tropas de Occidente a Ucrania no está descartado. Se trata de una polémica propuesta que el líder del Elíseo ya había anunciado el pasado febrero, cuando se cumplieron dos años de la invasión de Rusia a su vecino país y en momentos en que Kiev enfrenta grandes dificultades, debido a la falta de militares y armas, para continuar combatiendo frente a uno de los ejércitos más poderosos del mundo.
Sin embargo, y tras la ira de Moscú, uno a uno varios países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) descartaron el traslado de soldados de sus ejércitos a combatir en suelo ucraniano. Pero ahora, Macron, vuelve a poner sobre la mesa esa posibilidad de un involucramiento directo en la guerra en curso en suelo europeo.
“No descarto nada, porque nos enfrentamos a alguien que no descarta nada”, sostuvo el mandatario francés, en una entrevista con ‘The Economist’, publicada este jueves 2 de mayo, tras ser cuestionado sobre si mantenía su postura sobre el envío de tropas occidentales, comentarios que causaron conmoción en toda Europa.
Sus nuevas declaraciones llegan en momentos en que algunos analistas creen que Rusia podría estar a punto de lanzar una nueva gran ofensiva en Ucrania.
“Si Rusia decide ir más lejos, en cualquier caso todos tendremos que plantearnos esta cuestión” del envío de tropas, señaló. Además, describió a Rusia como “una potencia de desestabilización regional” y “una amenaza para la seguridad de los europeos”.
“Tengo un objetivo estratégico claro: Rusia no puede ganar en Ucrania (…) Si Rusia gana en Ucrania, no habrá seguridad en Europa”, remarcó el presidente francés.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negó este jueves que sus fuerzas hayan violado la prohibición internacional de armas químicas, al presuntamente emplear sustancias que incluyen el agente asfixiante cloropicrina y agentes antidisturbios (gas lacrimógeno), contra las tropas ucranianas.
El Departamento de Estado de Estados Unidos acusó a Rusia, el 1 de mayo, de haber utilizado armas químicas contra las fuerzas ucranianas, una violación de la Convención sobre Armas Químicas. “El uso de tales sustancias químicas no es un incidente aislado, y probablemente obedece al deseo de las fuerzas rusas de desalojar a las fuerzas ucranianas de posiciones fortificadas y lograr avances tácticos en el campo de batalla”, señala el documento.
Para los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, la inhalación de cloropicrina química, que también se utiliza como pesticida, supone un riesgo para la salud.
El funcionario de control de armas del Departamento de Estado, Paul Dean, dijo el jueves 2 de mayo, en una sesión informativa en línea, que Washington había hecho un “compromiso claro y firme” para que los seres humanos tengan siempre el control total sobre las armas nucleares, y agregó que Francia y Gran Bretaña habían hecho lo mismo.
“Acogeríamos con satisfacción una declaración similar por parte de China y la Federación Rusa”, dijo Dean, vicesecretario adjunto principal de la Oficina de Control de Armamentos, Disuasión y Estabilidad.
En paralelo, buscando castigar a las empresas que ayudan a Moscú a adquirir armas para su guerra en Ucrania, el Departamento del Tesoro de EE. UU. anuncia amplias sanciones destinadas a paralizar las capacidades militares e industriales de Rusia.
Esta medida incluye casi 300 entidades de Rusia, China y otros países acusados de apoyar con equipos y tecnología la invasión del presidente Vladimir Putin, al tiempo que se dirige contra entidades gubernamentales rusas relacionadas con los sectores energético, minero y metalúrgico, así como empresas implicadas en los programas de armas químicas y biológicas del país.
Algunos de los sancionados tienen su sede en países como China, que se ha enfrentado a una creciente presión de Washington. Otras entidades están ubicadas en Azerbaiyán, Bélgica, Eslovaquia, Turquía y Emiratos Árabes Unidos, donde Estados Unidos sanciona a más de 80 compañías, que acusa de ayudar al Gobierno de Vladimir Putin a evadir castigos o de apoyar el programa de armas químicas y biológicas ruso.
“Este apoyo permite a Rusia continuar su guerra contra Ucrania y representa una amenaza significativa para la seguridad internacional”, dijo el Departamento del Tesoro. Las sanciones también van dirigidas a personas relacionadas con la muerte del líder de la oposición rusa Alexéi Navalny. Los señalados son trabajadores de la penitenciaria IK-3 y la IK-2, en localidad ártica de Jarp, donde el político falleció en febrero en circunstancias aún sin esclarecer.
Estas acciones se producen una semana después de que el presidente estadounidense Joe Biden firmara un proyecto de ley retrasado para proporcionar fondos a Ucrania, luego de la visita oficial del secretario de Estado Antony Blinken a China donde solicitó no apoyar a Rusia y mientras el ejército de Kiev lucha por frenar los avances rusos.
Via: france 24