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Más de 300 personas y mil casas sepultadas por deslizamiento de tierra en Papúa Nueva Guinea
Un enorme deslizamiento de tierra afectó una aldea en la región norte de Papúa Nueva Guinea, en Oceanía. Se cree que hay cientos de muertos y miles de casas enterradas bajo tierra. El área afectada cubría el tamaño de tres o cuatro campos de fútbol.
Equipos de rescate continúan la búsqueda de las 300 personas que se estima quedaron atrapadas entre la tierra, mientras llegan convoyes de ayuda humanitaria con alimentación y agua para quienes lograron sobrevivir, pero lo perdieron todo.
Todos estaban profundamente dormidos -cuenta el líder comunitario en Maip Mulitaka, Andrew Ruing- cuando una enorme masa de tierra cayó sobre su poblado cerca de las 03:00 (hora local). El desprendimiento ocurrió en la provincia de Enga, unos 600 kilómetros al noroeste de la capital de la región Port Moresby y azotó la aldea de Yambali, que está a unas dos horas en carro de Wabag, la capital de Enga, según el jefe de la misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Papua Nueva Guinea, Serhan Aktoprak.
De acuerdo con el parlamentario Aimos Akensepultó, citado por el medio local, Post Courier, al menos 1,182 casas quedaron enterradas. Mientras que Ruing, citado por Reuters, dijo que más de 300 vidas que quedaron bajo tierra. Las autoridades aún no confirman el número exacto de víctimas.
Desde la oficina del primer ministro, James Marape, citado por AP, dijeron que las autoridades estaban respondiendo y que “aún no están completamente informadas sobre la situación”. “Estamos enviando funcionarios de desastres, las Fuerzas de Defensa de PNG y el Departamento de Obras Públicas y Carreteras para… iniciar los trabajos de socorro, recuperación de cadáveres y reconstrucción de infraestructura”, agregaron.
Los equipos de rescate llegaron este sábado por la mañana para las labores de búsqueda. Sin embargo, la magnitud del desastre de una capa de entre seis y ocho metros de rocas y piedras que cubrió el poblado limita el nivel de acción de personeros, que están intentando rescatar sobrevivientes o recuperar los cuerpos enterrados. Los residentes aledaños dijeron que rocas y árboles de la ladera de una montaña derrumbada enterraron partes de la comunidad y la dejaron aislada. “El terreno sigue deslizándose, por lo que resulta muy difícil operar en él”, afirmó Aktoprak, citando informes de primera mano del personal de la OIM.
Aktoprak dijo que las necesidades inmediatas son alojamiento, agua, alimentos y electricidad. “Pero también de otros artículos no alimentarios como mantas y sábanas”, agregó. El líder comunitario Andrew Ruing aseguró que casas, cultivos y otras propiedades están bajo tierra.
Quienes sobrevivieron, dijo, lo han perdido todo. Es una población mayoritariamente agrícola. “En este momento, estoy parado sobre las vidas de, parado justo en los lugares donde ocurrió el incidente. Y este deslizamiento de tierra condujo más abajo, hasta donde está el río Lai”, mencionó.
El acceso al agua también se ve restringido porque los tres arroyos que la suministran potable quedaron sepultados. Australia, su vecino más cercano enviará ayuda de manera inmediata – dijo la ministra de Asuntos Exteriores australiana, Penny Wong, en sus redes sociales- y expresó sus condolencias con las familias de las víctimas. “Como amigos y socios, Australia está dispuesta a ayudar en los esfuerzos de socorro y recuperación”, publicó.
Mientras tanto, un convoy de emergencia entregó alimentos, agua y otras provisiones a los sobrevivientes, que aún estaban consternados, mientras otros ciudadanos buscaban a mano, entre las toneladas de tierra y escombros, a familiares desaparecidos
Via: france 24