Michel Barnier llamado a unir a los franceses como primer ministro

Nombrado primer ministro el jueves 5 de septiembre, Michel Barnier, de 73 años, negoció con éxito los términos del Brexit y ahora tendrá que utilizar todas sus dotes diplomáticas para liderar un Gobierno en minoría en la Asamblea e intentar ser por fin profeta en su tierra.

Aplaudido en Bruselas por su capacidad negociadora, hasta el punto de que su nombre había sonado para suceder a Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión Europea en 2019, este saboyano, miembro del partido derechista Los Republicanos (LR), se ha forjado una reputación de “pragmático”.

“Es un hombre de Estado. Un hombre de consenso y de negociación, como demostró durante las negociaciones del Brexit, lo que es esencial en los tiempos que atravesamos”, declaró a la AFP Vincent Jeanbrun, diputado de LR, convencido de que será capaz de unir a la gente “mucho más allá de su campo”. El primer Ministro más veterano de la V República sucede a Gabriel Attal, de 35 años, que era el más joven.

“Es una de las raras figuras políticas capaces de demostrar una sólida experiencia a nivel territorial, nacional y europeo”, se alegra la senadora de LR Agnès Evren, que se refiere a un “método Barnier” que “combina el respeto a su interlocutor con convicciones sólidas”.

Unas cualidades que sin duda sedujeron a Emmanuel Macron, que buscaba a alguien capaz de desbaratar una mayoría de censura en la Asamblea, pero que hasta ahora han sido aplaudidas más en Bruselas que en Francia e incluso en su propia familia política, Los Republicanos.

Representa “todo lo que los franceses no quieren. Es estratosférico, está desconectado y seguirá o acabará de cargarse a la derecha”, se lamentaba un diputado de LR a la AFP. De hecho, Barnier mordió el polvo en 2021 en la primera vuelta de las primarias de LR para elegir al candidato de la derecha a las presidenciales de 2022.

Viejo conocido de la política francesa, entró en la escena política en 1973. Su larga carrera ha llevado al diputado de RN Jean-Philippe Tanguy a describirlo como “fosilizado en la vida política”. Décadas recorriendo los pasillos del poder, en París y Bruselas, donde este hombre de alta estatura y pelo canoso se ha forjado una reputación de escuchar, argumentar y buscar convencer.

“Detrás de su tersa apariencia se esconde una personalidad torturada. Se preocupa mucho y necesita consejos. Saca fuerzas de un equipo de colegas en los que confía plenamente”, explica uno de sus allegados.

Michel Barnier formó parte de varios gobiernos de derechas en Francia en los años 90 y 2000, con diversas carteras (Asuntos Europeos, Medio Ambiente, Agricultura, Asuntos Exteriores, etc.), y fue dos veces comisario europeo, responsable de Políticas Regionales y Marco Financiero (1999-2004), y luego de Mercado Interior y Servicios (2009-2014).

Casado y con tres hijos, a Michel Barnier le gusta recordar que es un “montañés”, una forma de convertir en ventaja lo que, en Francia, puede ser una desventaja: no formar parte de la élite parisina y no haberse graduado en la ENA sino, en su caso, en la École Supérieure de Commerce de París.

En su despacho de Bruselas, se complace en mostrar a los visitantes una foto suya posando con el tricampeón olímpico de esquí Jean-Claude Killy, con quien organizó con éxito los Juegos Olímpicos de Invierno de 1992 en su ciudad natal, Albertville.

En otra se le veía liberando a la periodista Florence Aubenas, rehén en Irak, cuando dirigía el Quai d’Orsay. Su carrera europea no siempre ha estado coronada por el éxito. Jean-Claude Juncker le derrotó en 2014 en la carrera por la presidencia de la Comisión Europea en el congreso del Partido Popular Europeo (PPE, derecha). Sin embargo, su nombramiento como negociador del Brexit en 2016 le ha permitido recuperarse y afinar su talla internacional.

“Podríamos haberlo hecho mucho peor que el pragmático y experimentado Barnier”, comentó Syed Kamall, jefe de la delegación del Partido Conservador británico en el Parlamento Europeo, que incluso juzgó el inglés de Michel Barnier “lo suficientemente bueno como para permitirle tratar directamente con sus interlocutores”.

Respetado en el seno de su familia política, donde tanto Laurent Wauquiez como Rachida Dati le apoyan, Michel Barnier intentó sin éxito obtener la candidatura de Los Republicanos para la carrera al Elíseo, que se saldó con la reelección de Emmanuel Macron en 2022.

"Hay que escuchar y responder al sentimiento popular que se expresa en nuestro país, restaurar la confianza de los jóvenes y hacer frente a los desafíos globales del clima, la seguridad, las desigualdades, etc.", subraya también el hombre llamado ahora a liderar el Gobierno.

Via: france 24