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ONU suspende asistencia alimentaria en Sudán por rápido avance rebelde

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El Programa Mundial de Alimentos, órgano de Naciones Unidas, anunció la suspensión temporal de la asistencia alimentaria que suministraba en algunos poblados del estado sudanés de Al-Yazirah, de la cual dependen alrededor de 800,000 personas en la zona. La pausa en la asistencia llega después de que la milicia de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) lograrán tomar el control de la capital de Al-Yazirah, Wad Madani, provocando un éxodo de más de 300,000 civiles, según Naciones Unidas.

Ocho meses después, la guerra en Sudan continúa su curso y sigue recrudeciendo la crisis humanitaria dentro del tercer país africano más extenso de la región. A través de un comunicado de su representante en Sudán, Eddie Rowe, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) confirmó que detendrá el suministro de alimentos a distintos puntos de Al-Yazirah, estado agricultor vital para el país, aunque aseguró que trabajan “sin descanso para proporcionar ayuda alimentaria en los lugares donde aún es posible”.

Al mismo tiempo, otras organizaciones humanitarias dependientes de la ONU han expresado sus preocupaciones por el aumento de personas desplazadas por el conflicto entre el Ejército sudanés y las FAR. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) advirtió que, solo en los últimos días, más de 300,000 personas han salido al exilio de Wad Madani, segunda ciudad más importante después de la capital.

“Se trata de una tragedia de inmensas proporciones, que agrava la crisis humanitaria que ya sufría el país”, mencionó Amy Pope, directora general de la OIM, misma que resaltó que muchos de los civiles desplazados han buscado refugio en ciudades cercanas a Wad Madani, que aún son controladas por el Ejército, o cruzado la frontera con dirección a Sudán del Sur.

Hasta la incursión de las FAR, Wad Madani había servido como una ciudad segura para refugiar a algunos de los 7,1 millones de desplazados por el conflicto, según cifras de la OIM. Por ello, la Cruz Roja también hizo un llamado a las fuerzas militares de ambos bandos para que eviten bajas civiles en sus enfrentamientos, como ya ha ocurrido en Jartum, capital sudanesa.

“Tememos que Wad Madani, hasta ahora considerada un refugio seguro para quienes huían de la violencia extrema en Jartum, se convierta en otra trampa mortal”, dijo Pierre Dorbes, jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en Sudán.

Aunque la guerra tuvo objetivos meramente políticos en sus inicios, los ataques con tintes étnicos han ido en aumento a lo largo del país. A través de un comunicado, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó sus temores sobre un aumento en las confrontaciones étnicas dentro de Sudán, también alertando sobre las constantes denuncias de violaciones a los Derechos Humanos en el conflicto.

“Decenas de civiles, incluido personal médico, fueron asesinados y otros muchos heridos entre el 15 y el 19 de diciembre, y algunos de estos ataques tuvieron motivaciones étnicas”, subrayó Türk en su comunicado.

El funcionario de Naciones Unidas agregó que su oficina ha recibido múltiples reportes de mutilaciones, agresiones sexuales y asesinatos extrajudiciales, perpetrados por ambos bandos, en contra de cientos de civiles, muchos por cuestiones étnicas y raciales.

Las advertencias de la ONU se unen a los testimonios de civiles exiliados de Wad Madani, mismos que buscan evitar las masacres experimentadas en la región del Darfur en semanas recientes y que recuerdan las hostilidades de los Janjaweed, grupo miliciano árabe acusado de perpetrar crímenes de lesa humanidad en Sudán a principios de la década de los 2000 y que finalmente evolucionó hasta constituir las actuales FAR.

“Bombardearon la aldea y tomaron las casas de los residentes, como hicieron en Darfur (…) Huimos por miedo a ser asesinados o a que nuestras mujeres fueran violadas por los Janjaweed”, expresó Ahmed Tag el-Sir, residente de Wad Madani y exiliado en la provincia vecina de Al-Qadarif.

A principios de la semana, el grupo rebelde sudanés ingresó en Wad Madani, ubicada a unos 170 kilómetros al sureste de la capital, confirmando su estancia a través de videos en los que los combatientes celebran disparando al aire y mostrando edificios quemados.

En consecuencia, a la toma de las FAR, el Ejército sudanés publicó un comunicado el pasado 19 de diciembre, en el que confirmaba el retiro de las tropas oficialistas de sus posiciones en Wad Madani, agregando que se comprometen a investigar las razones de la retirada, dejando entre ver que la decisión no proviene de un ordenamiento de las altas esferas militares en Jartum.

Además de experimentar el peor exilio en la actualidad, Sudán continúa viviendo la intensificación de los combates entre ambos bandos, mismos que han dejado una cuenta mortal de al menos 9.000 personas fallecidas, según cifras de Naciones Unidas, aunque algunos activistas y organizaciones no gubernamentales dentro del país argumentan que la cifra real podría ser mucho mayor.

Via: france 24