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Ortega autoriza a su hijo a firmar acuerdos con territorios ucranianos ocupados por Rusia
Managua legitima las anexiones del Kremlin y se aísla aún más de la comunidad internacional.

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo profundiza su alineamiento con Rusia al otorgar a su hijo, Laureano Ortega Murillo, “plenos poderes” para firmar acuerdos comerciales con las regiones de Kherson, Lugansk y Donetsk, territorios ucranianos ocupados que Managua reconoce como parte de la Federación Rusa. El decreto fue publicado en la Gaceta Oficial y marca un nuevo gesto de apoyo al Kremlin en el marco de la invasión de Ucrania.
Con esta decisión, Nicaragua se suma a un reducido grupo de países que avalan formalmente las anexiones rusas iniciadas en 2022, cuando Moscú tomó el control de alrededor del 20% del territorio ucraniano. No es un hecho aislado: Managua ya había respaldado en 2008 la independencia de Abjasia y Osetia del Sur y, en 2014, la anexión de Crimea. En 2024, incluso declaró oficialmente que Donetsk, Lugansk, Kherson y Zapozhzhia son parte de Rusia.
La estrecha relación entre Managua y Moscú se ha forjado desde el regreso de Ortega al poder en 2007, con acuerdos militares, entrega de armamento, cooperación tecnológica y la apertura de un centro de entrenamiento policial ruso en la capital. Este vínculo convierte a Nicaragua en una plataforma diplomática de Rusia en Centroamérica, desafiando abiertamente a Estados Unidos.
Washington, por su parte, ha expresado reiterada preocupación por la creciente presencia rusa en Nicaragua. En 2024, el entonces senador Marco Rubio advirtió que representaba “una amenaza directa a la seguridad nacional de Estados Unidos”. Ya en 2021, la Ley RENACER había endurecido sanciones y abrió la posibilidad de excluir a Managua del Tratado de Libre Comercio centroamericano.
La designación de Laureano Ortega, de 43 años, refuerza además el carácter patrimonialista del régimen. Heredero político del clan, ha encabezado misiones económicas en Moscú, Beijing y Teherán, consolidando la estrategia internacional de los Ortega-Murillo. Su papel en los nuevos convenios con territorios ocupados por Rusia confirma su rol como sucesor en la dinastía familiar.
Más allá de lo económico, el decreto es un gesto de lealtad política hacia Moscú. El Kremlin celebró públicamente la medida, agradeciendo la “coherencia de un socio estratégico”. Sin embargo, para Nicaragua el costo es mayor aislamiento, más dependencia de Rusia y China, y un futuro marcado por la incertidumbre económica y política.
Vía: Infobae