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Preocupación en la OTAN ante comentarios de Trump

En un comunicado, Stoltenberg dijo que las insinuaciones de que los aliados no se defenderían mutuamente en caso de un ataque externo socavan la seguridad de Estados Unidos y Europa, poniendo en riesgo a los soldados de ambas regiones.
El líder de la OTAN reiteró la disposición de la alianza para defender a todos sus miembros y expresó la esperanza de que, independientemente de los resultados electorales de los comicios presidenciales de noviembre, a los que Trump es un posible contendor, Estados Unidos siga siendo un aliado comprometido con la OTAN.
Donald Trump, durante un mitin de campaña en Carolina del Sur, aseguró que, de resultar electo, Rusia podría atacar a los aliados de la OTAN que no estuvieran cumpliendo con sus compromisos financieros. La Casa Blanca calificó estos comentarios como “espantosos y desequilibrados”, resaltando la inquietud generada por sus declaraciones.
Las reacciones no se hicieron esperar. El ministro de Defensa de Polonia, Władysław Kosiniak-Kamysz, subrayó la importancia del compromiso con el lema de la OTAN “uno para todos, todos para uno” y advirtió que socavar la credibilidad de los países aliados debilitaría a toda la alianza.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, calificó las declaraciones de Trump como “imprudentes”, señalando que solo sirven a los intereses del presidente ruso, Vladimir Putin. Michel resaltó la necesidad urgente de que la Unión Europea desarrolle su autonomía estratégica e invierta en defensa.
Thierry Breton, comisionado del mercado interior de la UE, comentó que los líderes europeos entienden la necesidad de aumentar el gasto militar y la capacidad de defensa de la UE, independientemente de las elecciones presidenciales estadounidenses.
El tratado de la OTAN establece claramente una disposición: la defensa mutua de los estados miembros en caso de un ataque. Este principio fundamental ha sido central en la respuesta de la alianza militar a los desafíos y amenazas que ha enfrentado a lo largo de los años.
En 2014, después de la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia, los países de la OTAN tomaron medidas concretas para fortalecer la capacidad defensiva de la alianza. Se acordó poner fin a los recortes de gastos que se habían implementado después de la Guerra Fría y avanzar hacia un objetivo común: destinar el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) a la defensa para el año 2024.
Hasta 2022, la OTAN informó que siete de sus 31 países miembros estaban cumpliendo con este compromiso financiero, en comparación con los tres que lo hacían en 2014. La invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022 actuó como un catalizador para que algunos miembros aumentaran aún más su gasto militar en respuesta a la creciente amenaza.
Durante la campaña presidencial de 2016, Donald Trump generó inquietud entre los aliados occidentales al sugerir que Estados Unidos, bajo su liderazgo, podría desvincularse de los compromisos del tratado de la OTAN y respaldar solo a los países que cumplieran con la meta del 2%. Esta postura provocó preocupaciones sobre la cohesión y la fortaleza de la alianza.
En sus discursos de campaña, Trump expresó su escepticismo hacia organizaciones como la OTAN, cuestionando los considerables recursos financieros que Estados Unidos destina a la alianza militar. A menudo ha lamentado los miles de millones de dólares invertidos en la resistencia de Ucrania contra la invasión rusa, esenciales para Kiev en la guerra.
Estas dinámicas financieras y políticas dentro de la OTAN reflejan tensiones persistentes en cuanto a los compromisos y la contribución equitativa de los miembros, desafíos que la alianza continúa abordando para mantener su eficacia y unidad en un entorno geopolítico cambiante.
Via: france 24