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¿Sabías que una huelga portuaria podría afectar la economía de EE.UU.? Esto es lo que está en juego
Los 14 puertos principales en huelga representan más de la mitad del comercio de contenedores del país, crucial para las cadenas de suministro globales. No obstante, expertos indican que no se anticipa un impacto severo inmediato en la economía.

El reciente paro de los trabajadores portuarios en 14 de los principales puertos de Estados Unidos ha generado inquietud sobre su impacto en la economía. Estos puertos son responsables de más de la mitad del comercio de contenedores del país, una pieza clave de las cadenas de suministro que mantienen a la economía global en movimiento.
Aunque la huelga aún no ha mostrado efectos inmediatos, los expertos advierten que su duración será crucial para medir las consecuencias reales.
La huelga comenzó tras el colapso de las negociaciones entre el sindicato de estibadores (ILA) y la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX). El desacuerdo gira en torno a salarios y protecciones contra la automatización del trabajo, un tema que ya había sido motivo de tensiones desde mayo.
A la medianoche del martes, los puertos de la Costa Este y el Golfo de México detuvieron sus operaciones, y los trabajadores comenzaron a realizar piquetes en ciudades como Filadelfia y Houston.
¿Qué está en juego?
Estos 14 puertos manejan más del 50% del tráfico de contenedores del país, lo que los convierte en un punto crítico en la cadena de suministro global. El impacto podría ser considerable si la huelga se extiende, afectando la entrega de productos como juguetes, autos y alimentos, justo cuando se acerca la temporada alta de compras navideñas.
Empresas como Walmart y Kroger ya están tomando medidas preventivas, adelantando sus envíos y aumentando inventarios. Sin embargo, para pequeñas empresas que no pueden absorber estos costos o cambiar rutas fácilmente, el golpe podría ser más duro.
¿Podría esta huelga acelerar la inflación?
Aunque algunos importadores ya están ajustando precios para compensar los costos adicionales del transporte, los expertos creen que es poco probable que la huelga tenga un impacto inflacionario destacable.
Las condiciones actuales de la cadena de suministro son más estables que durante la crisis provocada por la pandemia, y la demanda, en muchos sectores, ha disminuido. Esto podría dar un respiro a las empresas para absorber temporalmente los aumentos de costos sin trasladarlos al consumidor.
Por ejemplo, el mercado automotor, que se recuperó de la escasez de inventarios en los últimos años, está en mejor posición para resistir el impacto. Además, productos frescos de corta vida, como los plátanos, aunque podrían aumentar de precio, no generarían una presión inflacionaria notable en la economía general.
Posible impacto:
Si bien a corto plazo no se espera una interrupción severa, el panorama cambia si la huelga se prolonga por varias semanas. Cada día de paro se traduce en retrasos que podrían extenderse durante cinco días, según un análisis del Washington Post.
Esto afectaría a camioneros, fábricas y otros negocios que dependen del transporte portuario, especialmente en las zonas cercanas a los puertos, donde la economía local podría resentir el impacto más rápido.
Con información de AFP, AP, The New York Times, The Washington Post y The Wall Street Journal.