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Se inauguró la Feria del Libro con ataques de los organizadores contra Milei
La inauguración de la 48.ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires comenzó con la llegada algo tardía del jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, al salón central de La Rural. Este año, por primera vez, no se contó con la presencia de ningún representante del Gobierno nacional.
Sin embargo, en los discursos de Alejandro Vaccaro, presidente de la Fundación El Libro (FEL), y de la escritora Liliana Heker, dejaron claro que lo único que buscaban era atacar políticamente al presidente Javier Milei por haberles quitados los subsidios a autores, actores, músicos y demás.
Todos los años, el Gobierno nacional ponía un stand en el que gastaba $450 millones de pesos por una semana de operatividad. Según explicó el vocero Manuel Adorni, este gasto fue inmediatamente cortado por Milei.
“El stand tenía un costo de 300 millones de pesos a lo que había que adicionarle unos 150 millones de pesos más por el armado y desarmado. La Secretaría de Cultura eligió, en vez de eso, usar los recursos para colaborar con las bibliotecas populares para que puedan renovar y adquirir nuevos títulos”, afirmó el portavoz.
Además de Vaccaro y Heker, también participaron en el escenario el embajador de Portugal, José Ludovice, en representación de Lisboa, ciudad invitada de honor en esta edición, y el propio jefe de gobierno porteño, Jorge Macri. Al finalizar el evento, durante el tradicional corte de cinta, se sumaron la ministra de Cultura porteña, Gabriela Ricardes, y el director general de la Feria, Ezequiel Martínez.
Aunque el cierre fue cordial para la foto, a lo largo del acto se escucharon tanto aplausos como abucheos en diferentes momentos, por parte de la hinchada kirchnerista convocada por los organizadores.
Durante su discurso de bienvenida en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, Alejandro Vaccaro destacó la importancia del evento como una “gran fiesta del libro, de la cultura y de la democracia”. Sin embargo, también señaló que la cultura se encontraba “hackeada y atravesada por el intento de desfinanciamiento”, describiendo la Feria como un “faro cultural en medio de la oscuridad”.
Vaccaro expresó su preocupación por las medidas económicas del Gobierno, que, según él, estaban llevando a la industria del libro a cifras sombrías y a un nivel de producción paupérrimo para el año 2024. Agregó que la ausencia del Gobierno Nacional en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, sin un stand propio, era algo sin precedentes en la memoria del evento.
A pesar de las mentiras y el discurso político de Vaccaro, la realidad es que el presidente Javier Milei participó en numerosas ocasiones en la Feria del Libro, logrando increíbles convocatorias de personas que, al mismo tiempo, le generan un ingreso de dinero significativo a los organizadores de la Feria, algo que ni Vaccaro ni sus amigos podrían lograr.
En lo que respecta a Heker, expresó su preocupación por la situación socioeconómica del país, consideró que el libro adquiere una significación especial como representante de la cultura, que está siendo atacada. Con ironía, criticó diversos eslóganes y a funcionarios del gobierno, como el vocero Manuel Adorni”. Destacó la determinación de no resignarse al silencio y recibió aplausos y ovaciones de sus militantes presentes, especialmente cuando brindó por el acceso a la educación y compartió su emoción al participar en la marcha política kirchnerista en defensa de las “universidades públicas”.
Via: derecha diario