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Texas prohibirá a ciudadanos y empresas de China, Rusia, Irán y Corea del Norte comprar propiedades
Abbot manifestó en febrero que el objetivo de la legislación es proteger activos estratégicos.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó una ley que prohíbe a individuos, empresas y entidades gubernamentales de China, Irán, Corea del Norte y Rusia adquirir propiedades en el estado.
La legislación entrará en vigor el 1 de septiembre y excluye de la restricción a ciudadanos y residentes permanentes legales en Estados Unidos, así como a personas que cuenten con visados válidos siempre que adquieran una vivienda destinada a residencia principal.
La medida, cuyo proceso legislativo se extendió por más de dos años, permite la compra de inmuebles a quienes posean visados estadounidenses únicamente cuando se trate de una residencia primaria, impidiendo la adquisición de propiedades para inversión.
Según Abbott, la ley busca impedir que personas y empresas de “naciones extranjeras hostiles” adquieran tierras en Texas, una medida que cuenta con el respaldo del sector conservador y que responde a la creciente preocupación por la seguridad nacional del país.
Texas se suma así a otros estados que han implementado restricciones similares.
Según el seguimiento realizado por la organización Committee of 100, en la actualidad existen 25 estados con legislación que limita la compra de propiedades por parte de ciudadanos o entidades de países considerados adversarios, frente a los 22 registrados en marzo.
La legislación autoriza al fiscal general de Texas a investigar posibles infracciones, que serán tipificadas como delito grave.
También contempla excepciones para contratos de arrendamiento inferiores a un año. Distintas voces han criticado la ley por su alcance y posibles implicaciones.
En Arizona, la gobernadora Katie Hobbs vetó una propuesta similar, aduciendo falta de criterios claros para su implementación y la posibilidad de que derivara en arbitrariedad, aunque posteriormente impulsó una versión más estricta.
Representantes de grupos conservadores, como Michael Lucci de State Armor Action, sostienen que es fundamental evitar que “el Partido Comunista Chino establezca operaciones de espionaje” en territorio estadounidense, insistiendo en la necesidad de ampliar estas restricciones a otras áreas como drones, paneles solares, puertos marítimos e infraestructuras críticas estadounidenses.
Via: infobae